Arco de Cerulean Parte 1: Desesperación

1.4K 115 175
                                    


Ciudad Cerulean, un poco en el futuro...

- ¿Abuelo? – Gary se sorprendió mucho de ver al Profesor Oak entrando al Centro Pokémon justo cuando él estaba a punto de marcharse.

- Oh, qué bien, esperaba poder encontrarme contigo, Gary. – dijo el viejo profesor sonriendo, mientras los dos tomaban asiento.

Gary frunció el cejo a la insinuación del profesor sobre estar feliz de encontrarse con él. No estaba pensando en mandarlo a lavar los platos u obligarlo a ver maratones de ese show tan raro y aburrido de nuevo, ¿verdad? Pero fue entonces que Gary se percató de que su abuelo llevaba dos paquetes consigo. Tal vez tendría algo que ver con eso.

- Ya veo que te diste cuenta. – dijo Oak. – Muy bien. Verás, Gary, necesito que me ayudes con algo.

- ¿Quieres que entregue esos paquetes en alguna parte? – fue lo primero que asumió Gary, por las cajas que Oak llevaba consigo.

- No, no, eso no va a ser necesario. – dijo Oak, después de reírse un poco. – Para eso tenemos el servicio postal. No, esto, muchacho, esto es el futuro.

Gary gruñó, mientras agarraba una de las cajas. Con suerte, este no sería otra baratija de mercancía de ese show del Doctor como-fuera-que-se-llamara que su abuelo había comprado. Ya bastante tenían de esa basura allá en casa, no necesitaban más.

- Muy pequeño para ser una máquina del tiempo, ¿verdad? – preguntó. El Profesor Oak se volvió a reír con eso.

- No, no, por supuesto. Si tuviera una máquina del tiempo, estaría estudiando a los Pokémon antiguos en su hábitat natural, en vez de tener que hacerlo en el laboratorio... pero infortunadamente ese no es el caso. Por el momento, tenemos esto.

Oak abrió una de las cajas, revelando un guante metálico, cuya superficie de acero resplandecía, era extremadamente reflectora. Gary lo agarró y se puso a examinarlo por un momento, antes de arquear una ceja con recelo.

- Abuelo... por favor no vengas a decirme que saliste del clóset de béisbol ahora.

- No, no, no, Gary. Este no es un guante de béisbol. – dijo Oak. – ¿Te acuerdas de la vez que te conté sobre el escándalo del botón de intercambio?

Gary pensó en ello por un momento, repasando todas las cosas extrañas que su abuelo había hecho en su vida (esa era una lista bastante larga) hasta que finalmente se acordó de lo que hablaba.

- ¿El botón teletransportador en el primer Pokédex que no funcionó bien, y provocó que el Magikarp en cuestión fuese borrado de la existencia?

- Sí, ese escándalo que casi le puso fin al Pokédex. – El Profesor Oak claramente se sentía muy mal de tener que recordar ese incidente, y su cara lo delataba. – Aunque sigo preguntándome si eso no se debió a que tal vez el Pokémon en cuestión era un Magikarp a punto de evolucionar.

Los Magikarps eran considerados los Pokémon más inútiles por la mayoría de las personas, y su forma evolucionada era algo peor que inútil (léase: muy peligrosos). Aunque en algunas culturas antiguas, los hombres solo se les consideraban como tales después de haber criado o domado a un Gyarados. Era una de las maneras como esas personas practicaban su control de nacimientos. ¿Era una sorpresa entonces lo poco que crecía una población cuando al menos la mitad de sus hombres jóvenes terminaban vaporizados antes de poder casarse?

- Y desde entonces, he estado trabajando muy duro en crear un sistema de teletransportación de Pokémon, que sea capaz de permitirle a los entrenadores intercambiar Pokémon fácilmente entre su equipo activo y su lugar de almacenamiento – señaló entonces el guante que Gary tenía en la mano. – Y este es el fruto de mi trabajo. Los primeros prototipos de guantes Portátiles de Acceso Omnipolar a los Pokémon (Handheld Omnipolar Pokémon Expediter). O simplemente guantes H.O.P.E., para abreviar.

Pokémon Reset BloodlinesTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang