Capítulo 14

106K 11.6K 13.5K
                                    

Mi cabeza palpita de forma incesante, torturadora. Me siento horrible, ni siquiera puedo abrir los ojos debido al dolor que causa intentarlo. Quiero moverme, averiguar qué demonios ocurre, pero soy incapaz. Algo me tiene cautivo, atrapado entre sus garras. Debo estar en una pesadilla eterna, la picazón y el ardor son demasiado difíciles de soportar. Estoy perdido, sin saber sobre mi ubicación actual. Solo recuerdo haber huido del rubio, alejándome lo más posible. Creo que le robé bebidas alcohólicas a Patrick... Joder, también creo que me las tomé. ¿Cuánto consumí? Varios fragmentos borrosos aparecen en mi mente, confundiéndome. 

¿Peleé contra una botella? 

Eso no tiene sentido, además siento que me ganó, lo cual es todavía más absurdo. Realmente no logro entender nada, todo se vuelve confuso y distorsionado. Siempre supe que tomar era la peor forma de llenar vacíos, pero decidí hacerlo igual. Un idiota, eso es lo que soy. Gracias a mi pequeño momento depresivo, ahora sufro una resaca de los mil infiernos y no sé qué demonios pasó. 

Ejerzo presión en mis ojos, haciendo otro intento de abrirlos. Esta vez lo consigo, pero me arrepiento al instante cuando siento la luz del sol chocando contra mí, cegándome. Maldita sea, odio este débil cuerpo que no quiere colaborar. Está inerte, lo único que puedo sentir es hormigueos molestos y adoloridos por todas partes. Enfoco la vista que poco a poco se va adaptando, permitiéndome ver mejor. Reconozco enseguida esas paredes blancas, sin gracia, junto a una enorme televisión plana. Aquellos libros ubicados perfectamente sobre la estantería encima de mi escritorio, al lado del armario.

Estoy en mi habitación. 

Pruebo moverme repentinamente, intentando sentarme. Suelto un alarido desgarrador al sentir cómo mi cadera arde, quema. Está deshecha, jodidamente rota, como otras partes de mi cuerpo que me niego a mencionar. La respiración se me acelera, acompañada de un profundo pánico. No son garras las que me retienen, sino fuertes brazos: agarran mi cintura con posesividad, abrazándome. Me doy cuenta, extremadamente aterrado, que no llevo nada de ropa puesta. Estoy desnudo, y alguien está a mi lado, también desnudo. La histeria me domina, apropiándose de mi mente. 

¿Traje a un desconocido a casa? 

No, la verdadera pregunta es: 

¿TUVE SEXO CON UN HOMBRE? 

No, creo que lo más importante es:

¿POR QUÉ DEMONIOS FUI EL PASIVO? 

Lo sé a la perfección porque mi trasero está diciéndome a gritos que fue follado, y si el dolor no es suficiente evidencia de ello, el líquido pegajoso que baja por mis muslos sí. He perdido la virginidad estando ebrio, con un maldito extraño. 

Bueno, al menos no voy a morir virgen.

Pero hay algo que no tiene sentido, yo abandoné la mansión estando bastante deprimido, lo menos que quería era tener sexo con alguien. Una pregunta surge en mi mente, haciéndome sentir escalofríos...¿Y si me violaron? Alguien pudo haberme encontrado vagando por las calles, quizás le di mi dirección en aquel estado, esa persona me trajo hasta aquí y se aprovechó de mí. Aunque el hombre sigue justo detrás mío, sería ilógico que permaneciera por tanto tiempo en la escena del crimen. Además, todavía hay otra incógnita: ¿dónde demonios está Aaron? Se supone que compartimos habitación, él debería estar furiosos si trajera a un hombre de la nada...

¿Y si él contrató a alguien para que abusara de mí?

Me detesta, dijo que quería degradarme todo lo que pudiese, tal vez esta fue la forma más ruin que encontró para hacerlo. Sé que merezco pagar por mis errores, pero nadie merece ser violado. Pensaba permitirle vengarse, golpearme las veces que hicieran falta, mas no esto. Es inhumano, terrible y asqueroso, no lo dejaré pasar. 

Odio Profundo |BL| ©Where stories live. Discover now