Capítulo 27

108K 10.1K 10.4K
                                    

Mi mañana había comenzado de una manera muy agradable, el sentir un cuerpo pegado contra el mío era una sensación a la que no estaba para nada acostumbrado. Estaba rodeado por unos fuertes brazos que me sostenían cuidadosamente, la sensación de calidez invadía mi pecho. Era perfecto, casi como un sueño. Por desgracia los sueños siempre llegan a su fin cuando despiertas, y fue lo que me ocurrió a mí. No sé si me aterró más el darme cuenta de lo a gusto que estaba durmiendo con Aaron, o de lo a gusto que Aaron se veía durmiendo conmigo. 

Sentí que me desperté en un universo paralelo. 

Luego recordé lo que habíamos hecho la noche anterior, enseguida entré en pánico. ¿Cómo pude decirle todas esas cosas? No, la verdadera pregunta es... ¡¿Cómo llegamos a tener sexo otra maldita vez?! Esto perdió todo el sentido, veníamos genial sin comunicarnos mucho, ignorándonos mutuamente, no entiendo por qué terminamos así. 

Al principio podía atribuirle nuestros encuentros sexuales a la calentura del momento y que quizás para él fue más estimulante derramar su odio e ira hacia mí de esa forma. El sexo también expresa otras emociones además del amor, y el odio es una de ellas. Incluso en esta ocasión podría haber pensado lo mismo si Aaron no se hubiese comportado de esa maldita forma. Las actitudes que tuvo a lo largo de este mes me hacen creer que él definitivamente está desarrollando alguna clase de sentimientos por mí, unos nada buenos. 

¿Y si le gusto realmente?

No quiero sacar conclusiones precipitadas pero es lo que me da a entender. Más allá de los evidentes celos que le tenía a Fred, también estaba su cambio de comportamiento conmigo. Dejó de ser agresivo constantemente, no volvió a golpearme, ni siquiera a humillarme verbalmente como siempre hacía (quitando la pelea de anoche). Básicamente comenzaba a comportarse como alguien decente, vamos. 

¿Qué se supone que significa eso si no es que estoy empezando a gustarle? 

Y todo empeora al recordar que esta mañana él parecía muy tranquilo cuando despertó, como si no hubiese tenido una fuerte pelea y luego sexo con alguien que supuestamente odia. ¿Quién reaccionaría así de relajado? Nadie relativamente normal, Aaron no es para nada normal. Para sumarle más a mi desgracia, el maldito me besó. Sí, adormilado no dudó en poner sus labios sobre los míos, como si fuésemos una pareja de amantes.

Y me gustó. 

Su jodido beso me gustó. 

Estoy loco. 

Para colmo está ese otro problema; ahora no tengo ni la menor idea de lo que siento hacia este demoníaco ser. Antes también me encontraba muy confundido, no lo niego, pero en mi mente creía que sólo era atracción física. Vamos, eso lo noté desde el primer día que nos vimos en nuestra habitación. Su cuerpo me atrae, es un chico lindo, por eso no quise indagar más en el asunto. Después de todo... ¿Quién no se ha sentido atraído por alguien hermoso, a pesar de que lo detesta? Bueno, estoy seguro de que no soy el único. Ahora todo lo que creía se jodió por completo, porque si fuese sólo por su físico no debería sentirme tan bien a su lado. 

Necesito que me internen en un manicomio urgentemente. 

A ver, él no me gusta, no es que tenga sentimientos amorosos ni mierdas así, pero sí hay algo distinto que las veces anteriores. La forma en la que mi corazón se acelera cuando me besa, mis ganas de que nunca termine de besarme, lo mucho que disfruto cada roce de sus labios sobre los míos. Eso ya no es sólo algo sexual, porque ni siquiera su toque me causa tantas emociones como sus besos. 

Y su mirada, maldición, su mirada puede llegar a romperme el alma en pedazos. 

El destello de dolor que vi en ellos hace unas horas simplemente quebró una parte de mí, me dolió. Sus insultos son la manera que encuentra de evitar demostrar lo que siente, evitar que alguien note lo herido que está. Pero sus ojos siempre lo delatan, y a través de ellos es que sé cómo se siente Aaron, su mirada habla por él. Antes podía ver la rabia que sentía, el sufrimiento que tanto trataba de ocultar, y también me dolía verlo así. En ese momento atribuía aquellos sentimientos a la culpa que sentía por todo lo que le había hecho, culpa que todavía me atormenta, pero ahora ya no estoy tan seguro de que sea sólo por eso. 

Odio Profundo |BL| ©Where stories live. Discover now