Ambos iban en silencio. Damián escrutaba de soslayo, parecía que Martin no daba indicios de vida. Lo había rechazado demasiadas veces, lo había lastimado y ahora, tenía que enmendarlo. Un picnic era lindo, lo llevaría a los Esteros para que conociera el enorme ecosistema que albergaba cientos de especies.
Llegaron y se ubicaron alejados del agua, el humedal en toda su plenitud a pesar de la estación del año.
Damián sacó un mantel rojo y las mantas donde se sentarían además de la comida. El sol calentaba poco, sin embargo, daba de lleno en el agua e iluminaba cada espacio. Las aves volaban de un lugar a otro.
Martin se sentó en posición india, cruzando sus piernas y quedó obnubilado por el paisaje, y otra vez, ese silencio incómodo. El médico sabía que debía actuar, pero ¿cómo hacerlo?, es como si se hubiera olvidado de ser el hombre a quien Martin amaba.― ¿Te gusta?
Preguntó, colocando la canasta cerca, su novio se encogía de hombros.
― Es hermoso — agregó, sin reparar en él.
― ¿Estás enojado de verdad?
Martin dio una sonrisa angustiosa y luego, negó repetidas veces.
― ¿Tendría algún sentido? Lo peor de todo es que no has hecho nada y siento como si le exigiera cosas a un santo...
― Ya basta con eso, maldita sea.
― ¿Qué? ¡Es la verdad! No es mi culpa.
Exclamó el sudafricano, abriendo la cesta y sacando las bebidas.
― Hago hasta lo imposible por llevar esto adelante, y...
― No soy un santo y ya deberías saberlo. Estoy preocupado, como tú lo has estado muchas veces, eso no significa que mi amor por ti haya disminuido.
― Te duele demostrarlo.
― ¿Qué?
― Admítelo, actúas como un santo.
― Deja de decir tonterías, las cosas que me gusta hacerte no tienen nada de inocentes.
― ¿Y qué cosas serían esas Dr. Blake?, porque estos últimos tres meses el único recuerdo sexual que tengo de ti es pajearme a tu lado observándote dormir.
Damián tragó saliva, sus ojos se ampliaron.
― ¿En serio haces eso?
Martin se avergonzó por su accionar, sin embargo, era hora de mostrar completa honestidad, sacar a la luz los miedos y las inseguridades que habían tomado posesión de sus vidas.
― Te deseo todo el tiempo, Damián. Tú lo sabes y el hecho de no tenerte es... demasiado frustrante... estoy cansado de que seas un mártir.
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ESTEROS S.B.O Libro 8 (Romance gay +18)
العاطفية― Di que eres mío. ― Tú primero... La conversación llegó a su cabeza mientras Mike observaba las fotos que revelaban el dolor y la tragedia en la que había caído Emiliano Blake. Mike había sido tan culpable como Eros, su amante de toda la vida. Lo...