44- Voy a superarte

3.6K 404 114
                                    

Martin reía una y otra vez sentado en la cama mientras Damián estaba afirmado a la pared

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Martin reía una y otra vez sentado en la cama mientras Damián estaba afirmado a la pared.

― Te amo, Martin, no me dejes, te necesito ahora más que nunca... por favor..., ambos podemos ayudar a Emi, tú trabajaste en la embajada, Michael es ciudadano sudafricano...

― ¿Irás a Sudán del Sur?

― No, por ahora.

― Pero si debes ir, lo harás ¿verdad?

Damián tragó saliva y asintió con algo de duda. El hombre dio un suspiro antes de ponerse de pie y buscar una valija.

― ¿No vas a escucharme?

― Damián, no voy a hacerlo, tengo demasiado miedo...

― ¿Crees que yo no?

― Has visto demasiadas películas de Stallone, los van a matar a los dos, ¿por qué haces esto?

― ¿Por qué piensas que lo hago? Emi haría lo mismo por mí, si tú estuvieras en el lugar de Mike, sin dudarlo, me acompañaría, es como mi hermano, y para nosotros, la lealtad y el amor es fundamental, ¿no te das cuenta de la cuestión aquí? ¿qué es lo que prevalece en una familia cuando el vendaval los azota? ¿el amor o el miedo? ¿vas a dejar que el temor nos destruya? ¿por un viaje que ni siquiera sabes si sucederá?

― Yo no soy como ustedes, no soy un santo.

― Ya te dije que...

― Lo eres, y me cansaste, y sí, tengo más miedo que amor en este momento.

Martín tenía un gran problema que Damián todavía no conocía por completo hasta el momento, cuando abría su boca, cuando estaba enojado.

Su familia siempre lo había dicho, era como una máquina que no se detenía a pensar en lo que decía, ni las consecuencias de sus palabras.

― ¿Sabes lo que busco ahora? Una vida normal, con una mujer normal porque está claro que los tipos no me van, excepto tú. Deseo hijos que lleven mi apellido, quiero una cama caliente, sexo todo el tiempo, una esposa que esté para mí cuando la necesito, que sea sólo mía, besos, abrazos, buena vida. No quiero y no tengo motivos para hacer sacrificios. No los hice nunca y, seamos honestos Damián, tengo 36 años, estoy bastante grandecito para convertirme en un mártir.

― ¿Qué tiene que ver todo esto con ayudar a Emiliano? ¿por qué no me lo dijiste antes? ¿siempre te has sentido así y jamás fuiste capaz de hablar?

― Supongo que no supe cómo hacerlo, bueno, ahora lo sabes...

Martin arrojó las camisas dentro de la valija y luego los pantalones, no había vuelta atrás.

― ¿Todo esto que hemos vivido ha sido una mentira para ti?

Martin frunció el ceño, la ira gobernando su cuerpo, ni siquiera se parecía a él mismo.

ESTEROS S.B.O Libro 8 (Romance gay +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora