― Di que eres mío.
― Tú primero...
La conversación llegó a su cabeza mientras Mike observaba las fotos que revelaban el dolor y la tragedia en la que había caído Emiliano Blake.
Mike había sido tan culpable como Eros, su amante de toda la vida. Lo...
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― ¿Cuánto puede tardar?, digo, sólo es una comida y quizás un revolcón.
Damián puso los ojos en blanco ante la falta de delicadeza y escrúpulos.
― Martin te juro, a veces, eres tan idiota...
Se encogió de hombros como si hubiera dicho una obviedad.
― ¿Qué? ¡Vamos!, es mi hermano, no es como si no lo conociéramos.
― Quizás, no lo hacemos.
Martin observó a Emiliano a través del espejo retrovisor mientras este sólo reparaba en la puerta de ingreso a la casa.
― ¿Qué quieres decir?
― Tu vives en tu "mundito", de hecho, creo que todos somos en parte parecidos a ti, egoístas, ajenos a lo que el otro de verdad siente y piensa.
― Emiliano, ¿cuántas veces has hablado con mi hermano? ¿3 veces? ¿qué puedes conocer tú que yo no sepa?
― Eso no tiene nada que ver...
― Claro, Dr. Blake, ahora póngase del lado de su primo, como siempre lo hace...
Dominic se puso la mano en la frente, ¿en serio iba a armar una discusión?
― Martin, lo que tengas que decirme puede esperar ¿verdad?
― ¿No tengo derecho a hablar de nuestros problemas en cualquier lugar?
― Tienes todo el derecho, no obstante, prefiero que lo hagas cuando tu hermano no está arriesgando su vida en un plan en que todos participamos.
Martin se acomodó el cinturón de seguridad y se cruzó de brazos, genial, era lo que necesitaban, un berrinche de un hombre de 36 años.
― Eres insoportable...
― ¡Claro que no!, así es como le decimos a Bastian ¿recuerdas?, yo soy imposible...
Damián luchaba por mermar el enojo, la capacidad que su novio tenía de complicar las cosas era increíble. Estaba celoso de Emiliano, la posesividad de Martin era difícil de asimilar.
El celular de Martin sonó con un nuevo mensaje.
"Salimos en 5 minutos que Damián y Dom estén atentos".
El moreno les mostró a los hombres las indicaciones de Bastian, debían prepararse. Era bastante sencillo, las puertas tenían cierre eléctrico por lo que tardaban varios segundos en cerrarse, los guardaespaldas asegurarían el perímetro primero antes de que Amalia saliera con Bastian para despedirse.
El frente era enorme, paredes altas de color gris, y en varios puntos no tenía iluminación, Damián y Dominic se colocarían a cada lado para luego correr hacia ellos antes de que estos sacaran un arma y les dispararan.
