― Di que eres mío.
― Tú primero...
La conversación llegó a su cabeza mientras Mike observaba las fotos que revelaban el dolor y la tragedia en la que había caído Emiliano Blake.
Mike había sido tan culpable como Eros, su amante de toda la vida. Lo...
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― ¿Por qué no los matas?
Hasan golpeó la mesa de Caely quien le dio una mirada asesina que lo obligó a retroceder.
― Estoy pensando, idiota...
― ¿Qué tienes que pensar? ¡Mató a Jan! Y ahora venía con sus amigos a eliminarte...
― Pero no lo ha logrado ¿verdad?
El moreno se sentó frente a ella en la mesa andrajosa aguantando el calor infernal en esa carpa en la que volaban moscas.
― Ahórrate más dolores de cabeza... —. Caely negó varias veces.
― ¿Y si lo que Michael dice es verdad? ¿si Jan era esa clase de hijo de puta?
― ¿Cómo puedes dar crédito a eso? ¡Intenta justificarse!
― ¿Por qué lo haría? ¿por qué fue a matarlo después de tantos años? ¿nada de lo que dice te hace ruido?
― Yo sólo sé que los asesinó en forma cobarde, sin posibilidad de defenderse — la mujer apoyó sus brazos sobre la mesa.
― ¿Qué tenías tú con Jan?
El hombre tragó saliva y sus ojos negros se abrieron con sorpresa, advirtiendo el tono inquisidor.
― ¿De qué hablas?
― Hasan, cuando nos enteramos de su muerte, lloraste y enloqueciste más que yo, dime ¿qué tenías con Jan?
― Él era mi mentor...
― ¿Sólo eso?
― ¿Qué estás insinuando?
― ¿Desde cuándo follaban?
― Caely yo...
― ¡Respóndeme!
Hasan se hizo para atrás en la silla, estaba acorralado por el escrutinio feroz de la mujer.
― Desde hacía 6 meses...
Comenzó a reír y negó varias veces, su mano derecha, el hombre en el que confiaba todo junto con Osmar.
― Me engañaron...
― Yo...
― ¡Cállate!, si no te mato ahora es porque todavía me eres de utilidad. Ahora, hazme el favor de desaparecer de mi vista.
Hasan se puso de pie y dando una reverencia salió de la carpa. Esto era un punto a favor de Mike sin duda, quizás el muchacho no mentía. Había una posibilidad de que Jan fuera un bastardo abusador como tantos que ella había asesinado. Los aborrecía, porque ella también había sufrido esa suerte cuando era una adolescente. Tal vez fuera una criminal, pero había códigos que eran intocables en su vida.
