― Di que eres mío.
― Tú primero...
La conversación llegó a su cabeza mientras Mike observaba las fotos que revelaban el dolor y la tragedia en la que había caído Emiliano Blake.
Mike había sido tan culpable como Eros, su amante de toda la vida. Lo...
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Emiliano arqueó la espalda y dio un gemido agudo, mientras acariciaba el cabello castaño de esa cabeza que jugueteaba en su entrepierna y absorbía cada gota de su esencia.
― Deberías tenerme un poco de piedad.
Michael se limpió la boca antes de invadir sus labios con intensidad y susurrar.
― Dime que no te agrada despertar así...
― Me encanta, pero, me estás dejando sin fuerzas y debo continuar la rehabilitación con Ariel.
― El entenderá, hemos estado 3 meses separados...
― Los más largos y tortuosos que he vivido.
Mike lo besó una y otra vez, acarició el rostro angelical y delineó la maldita cicatriz.
― Es horrible ¿verdad?
― Nada en ti es horrible, eres hermoso, y eres mío...
Emiliano sonrió y llevó su cara a un costado para que su novio le diera pequeños besos en el cuello.
― ¿Viste la cara de la exesposa de mi primo?, aparecí y la pobre fue incapaz de disimular el espanto.
― En realidad, creo que todos lo hicimos....
― Me llevé muy bien con ella durante mucho tiempo, hasta que descubrimos la verdad. No la juzgo, pero, hizo todo lo posible para que nos alejáramos de Damián con sus mentiras.
Mike se sentó en la cama y dio un bostezo, tironeó a Emiliano para que saliera de la cama.
― Vamos, tienes que darte un baño, Ariel llegará en cualquier momento.
― Estoy cansado... no quiero.
― Vamos, te prometo dejarte dormir esta noche...
― ¿Y desde cuándo tu accionar se limita a la noche?
― Buen punto.
Agregó Mike riendo. Emi le golpeaba la espalda.
Ambos se ducharon y se prepararon para recibir al kinesiólogo. Ariel llegó pasada las 9.
― Buenos días, lamento la tardanza...
― No hay problema, ya estoy listo.
El moreno dio un suspiro y golpeó las manos. Había que avanzar y ahora, Emiliano parecía dispuesto.
― ¡Es hora de trabajar!
Mike se colocó a un costado cuando su celular sonó con un nuevo mensaje.
― Necesito hablar contigo, es importante...
El castaño frunció el ceño, ¿qué carajo le estaría pasando a Dominic?
