Martin se colocó la chaqueta gris y se arregló la camisa. Maldito Damián, ¿había necesidad de dejarle un chupetón tan visible en el cuello?, hasta que bueno, recordó la situación.
― Succiona más fuerte.
― Amor, te quedará un moretón.
― Márcame, Damián. Necesito que lo hagas...
― Si insistes...
Cierto, había sido él quien lo había incitado y a su novio le bastaban un par de palabras calientes para cumplir sus deseos. Se puso la corbata y lo cubrió lo mejor que pudo, encendiendo la computadora, marcando a Bastian quien le respondió de inmediato.
― Bastian...
El rubio estaba cruzado de piernas con sus manos sobre el abdomen, con esa sonrisa ganadora que era un legado de los Driesen.
― ¿Qué hay hermanito?
― Todo bien...— el chico frunció el ceño.
― ¿En serio?
― La verdad es que no, pero es una historia larga y no puedo contarte por ahora...
― No tendrá que ver con tu novio el vampiro ¿verdad?
La puta madre, Martin volvió a arreglarse el cuello de la camisa y Bastian empezó a reír.
― Recuérdame golpearte cuando te vea.
― Es la segunda vez que dices eso.
― Entonces, serán muchos recordatorios, dime ¿dónde están los chicos?
― Vienen en un minuto, cuéntame, ¿cómo va el paciente?
"Un desastre peor que el de Chernóbil"
El hombre sabía que no podía decir eso.
― Está evolucionando favorablemente.
― ¿Volvió con su novio?
― Sí...
― Por eso está mejorando, el amor, ¿qué seríamos sin él?
Preguntó con ironía, la burla burbujeando en la declaración. Martin puso los ojos en blanco.
― Tú también vas a caer, Bastián.
― Sí, claro.
― ¿Crees que controlas el sentimiento?, noticia de último minuto amigo, ¡no puedes!, te noquea y ni siquiera te das cuenta.
― Eres tan romántico y cursi...
― ¿Qué tal la chica?
― ¿Cuál de todas?
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ESTEROS S.B.O Libro 8 (Romance gay +18)
Romance― Di que eres mío. ― Tú primero... La conversación llegó a su cabeza mientras Mike observaba las fotos que revelaban el dolor y la tragedia en la que había caído Emiliano Blake. Mike había sido tan culpable como Eros, su amante de toda la vida. Lo...