☘Capítulo cuarenta y dos☘

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Summer

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Summer

Las conversaciones con él son tan divertidas, a cada momento me hacía reír a carcajadas casi doliéndome el estómago y los cachetes, tenía la confianza de sacar mi risa de cerdo atorado en una reja de corral con Jerome. Porque me sentía cómoda, quisiera decir que la suya es igual de fea que la mía, pero estuviera mintiéndome a mí misma.

Es una risa adictiva, de esas que quieres escuchar en las mañanas, en las tardes y en las noches o todos los días por audio, ronca, y pausada a veces hasta delicada, tiene la dentadura perfecta, las arruguitas a los lados de sus labios de tanto extenderlos le salen muy lindas, lo precioso que se le escucha la voz a cada nada paraba para decir algo entre cortado por cada risa que salía de su garganta, cada risa que me hacía reír a mi igual.

Entre entrar y salir de establecimientos de comida rápida, de autos ambulantes de comida china, mexicana, peruana, venezolana, era una calle llena de carritos con distintas comidas, estaba en una zona más arriba de  la del  hotel MOMAS y era completamente genial para nosotros quienes teníamos el estómago vacío, principalmente él que tiene peor aspecto que yo.

No me contuve con tantos ligues de la comida, los olores exuberantes y tan deliciosos que creí que allí mismo me harían volar con alas y todo.

Caminando por ahí me invadió una vergüenza tremenda, no pasaba desapercibida el pijama de conejo, me aproveche del tamaño de Jerome para escabullirme detrás de él. No aguantaba el acumulado acoso de las miradas de los que servían y de chicas que iban tan lindas con ropas veraniegas, las mismas chicas que captaban la belleza del chico en el cual me estoy ocultando.

Me veía como su hermanita de trece detrás de él con este pijama.

De repente Jerome paró y choque con su espalda. «Todavía me duele la frente» se voltio y me miró por un par de segundos que me parecieron estar siendo escaneada por sus ojos verdes. En silencio me sonrió, tomó mi mano poniéndome a su lado, y se agachó a mi altura para darme un beso en la mejilla.

—Ignóralos. —me colocó el gorro con orejas —Te ves linda así con ese pijama, ya lo había dicho, guitarrita.

Caminó conmigo de la mano y las miradas de las chicas que estaban allí me quemó en lo más profundo de mi alma, casi podía escuchar el grito de Emmy en mi cabeza con un «on their faces bitches» con los dos dedos corazón en sus direcciones.

Jerome compró unas humeantes hamburguesas, con olor a gloria y aspecto de comida del olimpo «si exagero contándolo es por el hambre» estaba preparada, súper lista para el mordisco cuando la tome y solo hice levantarla para llevarla a mis labios para que la jugosa carne de adentro se me cayera en el suelo y con eso desatar las carcajadas del francés dominicano. 

Lo mire mal, muy mal y les juro que estaba bastante enojada, no saben lo encabronado que es que anheles la comida y la comida te escupa en la cara.

—No te rías —me queje haciéndole mala cara, pero eso solo incrementó su risa —cállate, ¿por qué no me tomas enserio? Te tirare el pan—me cruce de brazos.

Un verano con Summer © #1 ✔Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora