☘ Capítulo cuarenta y seis -parte Ⅰ☘

3K 181 127
                                    

P22DD

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

P22DD

Mi teléfono vibró en mi bolcillo de manera constante, pero no puedo tomarlo si estoy ocupado, la mujer encima de mí se mueve tan bien y la adrenalina de ser descubiertos es abrazadora y tentativa.

—¿No tomaras el teléfono? —me pregunta la morena de acento latino.

Con la derrota acentuada en todos los aspectos miro la pantalla y maldigo una y mil veces a mi mano derecha.

—¿Me das un momento preciosa? —se baja de encima de mí y sale del cubículo.

Lo único que espero son buenas noticias sobre esa rata que merodeaba a lo que tanto quiero, a lo que tanto anhele y lo que siempre debí tener.

—Quiero buenas noticias —salgo de mi área de trabajo de manera discreta evitando que nadie me vea, no deseo que ningún incompetente me joda el día. —y sabes a cuáles me refiero.

—No son buenas —anuncia de antemano, si maldecir arreglaría mis malditos problemas todo fuera un éxito total.

—Habla... —me coloco los lentes y arreglo mi gorra al conjunto con el uniforme, el sol esta picante en estas áreas de california y tengo el presentimiento que algo más me va a hacer arder la sangre.

—El hombre que seguía a Elisa... lo mataron...

La noticia me hace hervir la sangre y los puños me pican, lo único que quería era una jodida información, a ese maldito que ponía paso por paso y pasa esto, hijo de perra, se llevó toda la información al otro lado de las llamas.

Espero que ni Satanás lo reciba.

—Averigua en otros medios quien es el que mandó a seguirla, quiero detalles, nombres y si tiene que derramarse sangre que se haga, yo soy ley en estos momentos —gruño. Si mis palabras fueran filo ya la hoja cortaría a todos mis enemigos.

No me gustan las malas noticias y más si son de algo que pedí y no se pudo realizar como yo quería, como lo ordene.

—Tendrá una cabeza señor, se lo aseguro...

Saco un puro y me lo voy fumando mientras el frio del edificio me hace entrar en mejor ambiente, pero no calma mi sangre, y las inmensas ganas de romper algo me inundan, me jode la situación, más todo el trabajo que tengo en los hombros, debo limpiar muchas cosas que tienen mi nombre...y con la preocupación de que tengo a alguien siguiéndole los pasos a aquella pelirroja que me sacara más canas de las que ya me hacen lucir bien.

—Eso espero... —cuelgo.

Cada paso que doy es la señal de que deben bajar la cabeza, cada mirada que doy puede ser lo que te llame a mi o la que te joda, las personas corren para estar en sus puestos, es lo que capta mi atención y cuando miro a uno de los lugares de trabajo me quitan la mirada y trabajan como si nada.

Un verano con Summer © #1 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora