☘Capítulo cincuenta y ocho☘

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Summer

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Summer

No sé... no sé qué día es hoy...

Ya no me sorprende sentir que me muero cuando no es así, sólo estuve en el limbo, en el cual me aferré a vivir, porque aún tengo mucho que hacer en esta vida, mucho que resolver y no pienso darle el gusto a la perra que ahora ordena que me le arrodille. No será así, que me siga escupiendo en la cara, que me siga insultando e inyectándome, que yo seguiré negándome, aunque ella me escupa millones de insultos y me rape la cabeza, obligándome a verme en el espejo de la casa mugrienta en la que me tiene.

A mí y a otra chica, la desconocida me da pena, ya que escuché todo lo que le hace el policía por puro gusto, al otro lado de la habitación. A veces solo imagino que no escucho, aunque los gritos son cada vez peores, mientras él le dice cosas como qué: su color de piel es una mierda, que odia como es de inferior y asquerosa, sólo la vi una vez, una sola vez para darme cuenta de que la muerte no es lo peor y que el racismo es una enfermedad incurable.

Él entra a esa habitación y no sé qué hace, y no quiero averiguarlo, no puedo sentir más dolor que el que me propinan cada día y cada noche sin parar. 

Los síntomas de la droga que me dan son horribles, no sé qué es, pero no es una de esas normales como la cocaína, esta me causa náuseas y me hace perder la vista, dándole paso a unos ataques de ira mientras no veo nada, solo tengo los otros sentidos activos y los órganos ardiéndome, pidiéndole a mi cerebro que acabe con todo lo que me lleve por delante.

Después de la ira, mis piernas dejan de funcionar por muchas horas, entonces el miedo me invade, cuando creo que mis piernas no se moverán nunca más y... no quiero de verdad... no quiero cerrar los ojos por ese hombre de afuera, me da miedo...me da miedo que me toquen y volver a vivir esas manos a las cuelas no les doy mi consentimiento, como lo hicieron todos esos hombres.

No tengo duda de que me pasará eso sino me mantengo alerta, no duermo, no como por miedo a ser envenenada, sólo me quedo en el sitio donde me ponen en la habitación, anclada a unas cadenas en mis pies, las marcas ardientes hinchan mis pies y los hacen sangrar. Lo más aterrador es cuando me llevan al lugar de rejas, dónde es pelear o morir.

Ella quiere que me maten, ella quiere que sufra, ella quiere que yo le ruegue y no lo haré, mejor que me mate lo que Yvone me inyecta, y no otro de los que pelean, no le daré el gusto a Yvone, porque saldré, sé que lo haré, sé que podré ver la luz del día y no este sucio cuartucho, este cuarto sin ventanas me hace añorar la luz del día, la luz de luna y las estrellas.

La cabeza y cuerpo me dicen ríndete, pero no puedo hacerlo aquí, sin haber vivido lo que deseo, cuando en el mejor momento de mi vida moriré... sé que puedo aguantar, es lo que me repito cada vez qué me sacan para castigarme por ganar y no dejarme morir, cuando aquel hombre que no es el malo de las torturas me entra en la madriguera de conejo.

Un verano con Summer © #1 ✔Onde histórias criam vida. Descubra agora