[BORRADOR FALTAS DE ORTOGRAFÍA ]
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"El destino une a las personas que más se necesitan."
Samanta cree que su verano será como los anteriores, encerrada en su cuarto con todos los problemas que se carga, pero nunca contó que aquel guitarrista fra...
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Summer.
—No me voy a montar, ya lo dije —exclame decidida con las manos cruzadas en mi pecho.
—Por favor, vinimos a alquilarla para nada tarada —se queja levantado ambas cejas al aire.
—Nunca me he montado en una moto y...—excusas vengan a mí, ¡cabeza piensa rápido!— tengo vestido.
—Siempre hay una primera vez y por el vestido no te preocupes te lo entras por dentro de las piernas y listo.
No me busques soluciones francés mitad dominicano.
—¿Y si morimos? o salimos volando... o esa cosa se apaga en medio del camino y nos roban o matan ¡no sé, qué se yo! —digo las palabras con suma rapidez buscando una excusa o asustarlo de alguna manera, pero sé que es en vano mis palabras.
Ósea es Jerome... nada lo va asustar.
— Tienes una imaginación hermosa —rueda los ojos con diversión mientras me entrega el casco.
Después de salir de la casa de los hermanos Cox de acento más británico que la mitad de la población de todo Londres a Jerome se le cruzó la genial idea de rentar una moto en vez de un vehículo.
Claro después de que se me saliera un...
"Nunca me he montado en una moto" mientras miraba la gran variedad del lugar con asombro.
Ir a alquilar una para que me monte por primera vez en mis 18 años y porque envió la micro a arreglar después del accidente del choque el cual no quiero volver a recordar por supuesto, desde ahí no tiene medio de transporte, pero...
¡Tengo miedo de montarme en esa cosa!
—Ponte el casco, tarada y tranquila el casco no te robara la memoria ni nada de eso —se burla de mi con una sonrisa de lado resaltando como se le achinan los ojos al hacerlo.
Suspiro agotada y al final me lo pongo, él se monta y la prende haciéndola rugir. Maldita sea eso aumenta mis nervios, no quiero morir, por lo menos no ahora.
—Vamos Summer, no te pasara nada —extiende su mano en mi dirección. Me quedo mirándola en la acera por unos momentos desconfiada —iré despacio —asegura.
—Está bien —después de pensar en las posibles maneras de morir en una motocicleta al final término en ella, arreglo mi vestido entrándolo entre mis piernas para que no vaya a pasar una desgracia con la velocidad más aires juntos.
¡Ay Dios ¿qué estoy haciendo?!
—Bien, agárrate de mí —me sostengo de él, pero no lo demasiado fuerte ni muy apegada como para que nuestros cuerpos se rocen de más.
—Listo, vamos —anuncio con nervios aun en sus buenas, cierro los ojos esperando el arranque de la moto, pero no llega.
—No, aun no —entonces arranca con bastante velocidad para luego detenerse con mucho abrupto haciendo que me asuste tanto que me aferre a su anatomía como si mi salvación fuera.
