[BORRADOR FALTAS DE ORTOGRAFÍA ]
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"El destino une a las personas que más se necesitan."
Samanta cree que su verano será como los anteriores, encerrada en su cuarto con todos los problemas que se carga, pero nunca contó que aquel guitarrista fra...
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Summer
No sabía a dónde me llevaban mis pies, pero algo era seguro, iba a desfilar y no sé si es por la corriente de calor que abrazó todo mi cuerpo o el deseo que me envuelve al volver a pisar una pasarela, pero...
Corrí.
Corrí por mi sueño. Por esa meta que hace años enterré y ahora la volveré a sacar de su tumba.
Corrí entre la gente que iba de aquí para allá y lo que me detuvo fue ver un lugar apartado con mi nombre en una silla y una chica que deduzco es la estilista la cual me mira con una sonrisa.
Me acerque y quede en el aire, ¿Cómo sabía que regresaría a desfilar?
—Sabía que regresarías —la mujer elegante de cabello perlado de antes fue quien me sentó en la silla y me miró a través del espejo con un brillo entusiasta en su mirada —tener el modelaje en la sangre es una adicción que cuando la saboreas no la dejas ir así de fácil —miró a la estilista. —Maquíllala para el vestido rojo—demandó —su pelo me enciende el alma y la calma de su mirada hace que me inspire con ella. —note su sonrisa más amplia a través del espejo.
—Pero... ¿Tiene mi medida? —pregunte por lo bajo algo tímida.
—Tu novio la trajo —un tinte pícaro tiñó sus palabras —al parecer sabe muy... pero muy bien tus medidas anatómicas. —levantó una ceja al aire.
Dios... seguro y la cara la tengo ardiendo... y no solo por eso, si no por el conocimiento del porque Jerome sabe tan bien mis medidas.
La estilista empieza con rapidez y agilidad a quitar todo el maquillaje de mi rostro. Me coloca el hidratante y comienza a poner base y luego van a mis ojos, veo como pone sombra neón roja dibujándome un corazón en un ojo y en el otro un delineado con otra línea encima y otra abajo. Me ponen los labios al estilo corazón, para terminar, me esparce brillo en los pómulos.
Me deshacen la cola, al instante me ponen los cabellos a todas direcciones en una gran greña para luego poner una parte lisa que lo cubra, parece una melena de león que con las ondas de mis rizos naturales quedó muy bien.
—Vamos... hay que vestirte Samanta.
Asentí con la cabeza levantándome de la silla y siguiendo a la estilista, abrió donde estaba la prenda que usaré, cuando la pude ver no evite abrir ligeramente mi boca de la impresión, mi pecho empezó a galopar y mi estomago dio un vuelco, estaba emocionada, muy feliz casi podría jurar que en cualquier momento saltaría sobre ese vestido y lo besaría.
—Es hermoso —susurré por lo bajo.
Tiene un estilo corsé en rojo con detalles en cartas de póker negras en la parte superior y la parte de abajo era en tul corto, pero con bastante volumen, se veía blanco, pero todo cambio cuando la chica que me ayudaría a cambiarme lo ilumino. Aparecieron Ases de corazones dándole significado al corsé.
