[BORRADOR FALTAS DE ORTOGRAFÍA ]
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"El destino une a las personas que más se necesitan."
Samanta cree que su verano será como los anteriores, encerrada en su cuarto con todos los problemas que se carga, pero nunca contó que aquel guitarrista fra...
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Summer
Veo como a Jerome le pasan por la piel la aguja de la máquina de tatuajes, ni siquiera se inmuta del dolor, el no debería de estar tatuándose... sin decir que está mal herido, me contó sobre la golpiza que le dieron, me pregunto ¿Quién pudo mandar a golpearlo? así de ese modo tan atroz, en mi mente se distribuye la idea de que fue Leonard, pero no quiero pensar que la culpa es de mi novio, jamás, sé que él no dañaría a nadie, el solo es celoso a lo cual no creo que llegue a ese punto.
—¡Oye tarada! —Me llama levantándose del mueble reclinable —. ¿Cómo quedó? —me enseña su brazo dando a relucir un cuervo negro envuelto en espinas de rosas en sus alas.
La curiosidad bulle en mi lengua.
—¿Qué significa tú tatuaje? —indago. Lo analizo con la mirada buscándole la lógica.
—Significa que el cuervo soy yo, en eso me he convertido, las espinas son mi prisión en la que yo mismo me he enredado. —contesta viendo el arte que le han hecho.
—Me gusta, te hace resaltar el músculos trabajados —señalo y de inmediato me quiero retractar porque él me da una sonrisa torcida mientras se relame los labios y echa su pelo largo y ruloso atrás con sus dedos.
—Gracias —se limita a decir, pero su mirada dice mucho más que las gracias que me dio. ¿Le ha gustado acaso que le diga eso?—¿Cuál te vas hacer tu?
Solo un tatuaje llamó mi atención de entre todos los modelos que me enseño el tatuador.
—Una serpiente.
—¿Dónde? —indaga curioso dejando ver un destello en su mirada. Me encojo de hombros porque ni yo misma me he hecho esa pregunta. —Yo escogeré el lugar de tu tatuaje —me da una mirada de arriba abajo y siento que esta reprimiendo una sonrisa torcida.
—No, no—niego con mi cabeza—. Olvídeme señor francés dominicano.
Se imaginan que conociéndolo diga que me lo haga en un lado de la nalga, nadie vera mis nalgas, esto no es ese programa de MTV de tattos sorpresa.
—¿Tienes miedo? —levantó una de sus pobladas cejas al aire con un humor divertido.
—No.
¡Claro que si idiota!
—Déjame escoger el lugar entonces —insiste.
No tengo las de perder, si es en la nalga, ahora que lo pienso pues mejor, mi madre no me limpia el culo, así que no me va a matar como creí. Respiro cansada y le doy un asentimiento de cabeza.
Le digo al chico lleno de hoyos en las orejas y tatuajes, que quiero una serpiente. Jerome se nos acerca y me mira con una sonrisa de oreja a oreja, con una mirada maliciosa y ya tengo mucho miedo de lo que pase por su mente.
