0091

278 43 26
                                    

[ 💜 Magnus ]

Recuerdo haberle pedido a Alexander que me prometiera no dejarme solo, más parece que se olvidó por completo de nuestro acuerdo, porque dejarme abandonado fue lo primero que hizo, él muy rompedor de promesas.

Lo peor es que me dejó con Underllil, quién no se ha separado de mí desde que llegamos, me sigue a todos lados. Parece que piensa que en cualquier momento romperé o robaré algo.

Mendigo imbécil.

Oigo que habla y pregunta sobre algunas cosas, pero ignoró olímpicamente cada intento de conversación, pero todos tenemos un límite de paciencia y al sentir como me inspeccionaba de pies a cabeza, juzgandome completamente, fue lo que acabo con la mía.

–Por lo que veo esté no es tu ambiente, las prendas pegadas al cuerpo no son muy adecuadas para este tipo de reuniones, más si no eres mujer –mencionó, distraídamente.

Observé mi alredor, queriendo saber sí acaso fuí él único que había escuchado semejante tontería. Por suerte para él, no había nadie más cerca.

–¿Por qué le importa sí es mi ambiente o no? –contesté burlón, dejando pasar su estúpido comentario acerca de mi asombroso conjunto. No tenía caso, de envidia se morirá el perro.

–Tranquilo, solo quería hacerte hablar. Estás muy cayado y me estoy aburriendo.

–Con todo respeto, no quiero hablar con usted. Y sí tanto se aburre, aléjese de mí.

–¿Te he hecho algo? –preguntó –. Sí es así, de corazón, discúlpame, mi humor es un poco pesado, puedes pregúntarle a Alexander.

–Es Alec ·corregí.

–Lo sé, pero me deja llamarlo por su nombre completo.

Algo en mí se movió, oprimiendo en mi pecho, haciéndome experimentar algo similar a desagrado.

Negué.

No puedo sentirme celoso. Cualquier persona puede llamarlo así, es su maldito nombre. Pero eso no evita que duela un poco, ya que pensé que era algo especial entre los dos.

Acomodé mi conjunto, sacudiendo un polvo invisible, enfocándome en eso, sin responder, sabiendo que diría algo malo si lo hacía, dejando en claro mi inmadurez, cosa que solo dejaría saber que se salió con la suya.

–Magnus, seamos amigos –propuso –. Estoy interesado en conocerte, ahora que la empresa también tendrá tu apellido, probablemente empieces a trabajar aquí y como colegas, debemos mantener un ambiente lleno de armonía.

–No tenemos porqué, no trabajaré aquí. Ve a interesarte en más personas, a mí déjame afuera.

–Vamos, no seas grosero. Puedes hablar conmigo, soy bueno escuchando. Tengo un hermano más o menos de tú edad, estoy seguro que podemos llevarnos bien.

–De verdad, Underllil, no estoy interesado. Gracias.

Un silencio engorroso nos envolvió, hasta que un mesero llegó, acercándose.

–Buenas noches. Su bebida, señor –me ofreció un vaso, con un contenido café.

Fruncí el ceño. –No, debe ser una equivocación, no pedí nada.

alguien como tú ¡! malec [TERMINADA]Kde žijí příběhy. Začni objevovat