alguien como tú ¡! malec [TERMINADA]

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[ 💜 Magnus ]

Me pude escapar de todo el alboroto que los organizadores de mi falsa boda, me daban, para ir a mi librería, junto con mi mejor amiga.

–Es ridículo que lo pregunté, sabiendo que prácticamente yo te obligue a hacerlo pero... ¿estás bien con esto? –Isabelle comenzó.

Negué. –No me obligaste a nada, nadie lo hace –aclaré –. Lo hago porque yo quiero el dinero, con decirte que mi papá dijo que el podía ponerse a trabajar para conseguir sus medicamentos, pero no puedo permitir que lo haga. Realmente no estoy bien, pero no exactamente por Alexander o mis padres, me siento mal porque me lo estoy haciendo a mí.

Isabelle me miró por tristeza.
–No se que decir.

–No es necesario que digas algo. Yo enserio estoy agradecido de que lo hayas hecho. Alexander, prometió depositarme en estos días.

–Lo siento, Magnus.

–No pasa nada, gracias a esto podré comprar y pagar lo que mis padres necesitan.

–¿Puedo hacer algo para que te sientas mejor?

-Que el día de mi boda, estes conmigo, para que no huya, y sí no logras detenerme, huyas conmigo.

–Estaré ahí –sonrió –. Bueno, cambiemos de tema: ¿De verdad me haré cargo de la tienda, en lo qué te vas a tu luna de miel?

–¿Luna de miel? Estaremos encerrados en su casa por una semana, pero.. –me burle –, bueno, llámalo como quieras y sí lo harás.

–¿Qué necesito saber, de este maravilloso lugar?

–Los libros nuevos llegan cada viernes, los recibes a mi nombre y para que ellos te los dejen necesitan el sello, el cual está a un lado de la caja. Cuando ya tengas los libros acuérdate de acomodarnos por orden alfabético. Los precios de cada uno estan en la computadora, los revelas poniendo el código de barras. Se abre a las ocho de la mañana y se cierra a las nueve de la noche. Te toca trabajar, lunes, miércoles y viernes, los demás días se encarga Imasu.

Imasu Morales, es el único trabajador que tengo, no es exigente, y se adapta rápido, es mayor que yo por unos cuantos años, llegó aquí pidiendo trabajo porque le queda muy cerca de su casa, recuerdo que llegó a hablar con un acento muy raro, pero sensual. Me contó que es de Perú y que llevaba poco en esta ciudad, así que cuando se ganó mi confianza, le dí el empleó, no le pago mucho, pero si le doy más del salario mínimo.

–Lo tengo.

–Gracias, me hace feliz que no tenga que cerrar esos días.

–Por mí esta bien, me gusta la gente y aquí entra mucha, sé que me divertire.

–Me gusta tu actitud. Me han llegado varias quejas de lo serio y aburrido que es Imasu, tal vez hagas que la gente se sienta más cómoda.

–Eso espero, y ahora volviendo a lo desagradable, ¿cómo van los preparativos para la boda?

Me encogí de hombros. –Tessa y Jem los organizadores, se encargan de todo, aunque acaban con mi paciencia. Son personas geniales, pero tiene diferentes puntos de vista y no hay momento en el que no me llamen preguntándome quien tiene la razón, créeme que si no hubiera apagado mi teléfono ahora estuviera sonando.

–Los conozco, ellos trabajaron en mi cumpleaños número veinte. Estan medio locos, no les hagas caso. También organizaron la boda de mi tía. Fue una ceremonia hermosa. Sé que harán un buen trabajo.

–Dimelo a mí.

–¿Hiciste prueba de traje?

–Ya, me quedo perfecto

–¿Enviaste las invitaciones?

–A toda persona cercana.

–Perfecto y entonces.. ¿Cuándo será tu despedida de soltero?

–No habrá despedida de soltero.

–¿¡Por qué!? –se alteró –. Las despedidas de soltero son importantes y lo más divertido de una boda.

–No, no lo son, y aunque lo fueran no haré una, sólo será un año, no pienso despedir mi soltería por un año.

–Has estado soltero por todos estos años.

Me encogí de hombros, restándole importancia. –Eso no importa.

–Hay que festejar que por lo menos un año, no lo estarás.

–Si no he tenido novio, es porque no le gustó a nadie.

–¿Me vas a salir con eso? ¿Qué me dices de Will? Tú le gustabas, pero le dijiste que solo serían amigos.

–Eso no sucedió, estás demente.

–Sé que lo estoy, pero no es el punto. Has tenido varios pretendientes y todos han sido mandados al caño.

–Porque siempre tienen algo; si no son borrachos, son mujeriegos, sino sólo quieren experimentar.

–¿Te oíste? Si le has gustado a alguien, pero dejamos la conversación aquí, bonito, no quiero discutir.

–¿Por qué lo harías?

–Eres sumamente terco y no te das cuenta de cuantas oportunidades has tenido para tener novio.

–¡No necesito uno!

–Ya tienes uno.

–¡Es falsoooo!

–¡Igual que tu cerebro! –me sacó la lengua.

–¡Qué madura Izzy! ¡Qué madura!

Ambos nos miramos con enojo, para después reír, en todo el tiempo en el que nos conocemos nunca nos hemos tomado una pelea enserio.

[...]