alguien como tú ¡! malec [TERMINADA]

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[ 💛 Alexander ]

Magnus mueve su pie con energía y frenéticamente. Siempre lo hace cuando está nervioso. Es un acto demasiado lindo, sin embargo; es un poco desesperante.

-¿Por qué tan nervioso? ¿Ocurre algo? -pregunté, poniendo mi mano encima de su pierna.

-No. Solo que después de esto, se definirá todo. Sabremos que comprar y tendremos que planear muchas cosas, eso me pone nervioso. No sé sí seremos capaces de tanto.

-No te preocupes. Somos completamente capaces, estoy seguro que haremos un gran futuro para nuestro pequeño o pequeña.

-Tienes razón. Somos capaces solo es un bebé... ¿Qué tan difícil puede ser?

-Exacto -bufé. -¿Qué tan difícil? -ambos reímos.

Después de un largo tiempo, en el que Magnus empezó a jugar con su teléfono y yo comencé hacer llamadas para asegurarme que todo estuviera bien en la empresa, una doctora nos nombró.

Tomé la mano de Magnus y avanzamos hasta donde ella estaba. Nos adentro a su consultorio y nos pidió que nos sentaramos.

-¿No nos atenderá el doctor Edmund? -pregunto Magnus. -No me malentienda. Solo que él, es quien a seguido nuestro embarazo.

-Lamento decirles que eso ya no será posible, cambiaron de unidad al doctor. Ahora es una bomba grande; se encarga de casos con peligro.

-Lástima, me caía tan bien -hable con sarcasmo.

La doctora rió. -Yo solo soy una residente, pero se hacer mi trabajo.

-No lo dudamos -respondió Magnus.

-¿Están preparados? -cuestionó.

Sonreímos nerviosos, y respondímos al mismo tiempo un "sí".

-Perfecto. Ustedes de verdad esperaron mucho, esto es algo bueno, realmente, la imagen es más clara y lo que nos diga será exacto.

Magnus se postro en una pequeña camilla, subiéndose la camisa, la doctora coloco algo transparente en su vientre y empezó con el ultrasonido.

-Entonces, ¿quieren saberlo? -pregunto.

-Completamente -contesté.

Con una sonrisa, soltó. -¡Tendrán una hermosa niña!

Sonreí como nunca lo había hecho. Sentí una lagrimas recorriendo mi rostro.

La felicidad no cabía en mí. De verdad quería una princesa.

Sé que aunque hubiese sido niño, también estaría llorando de la emoción.

-Su posición es como la de un conejo -agregó.

Magnus rió. -Como la última vez.

-¿Cómo la última vez?

-Sí es gracioso.

-¿Se ha movido? -pregunto la doctora con seriedad.

-Todo el tiempo. Se siente tan extraño. Patea como loca y duele como no tienen idea.

-¿Duele?

-Sí, pero no me quejo es una experiencia única.

Ella hizo una mueca, que solo yo note, ya que Magnus seguía encantado. -Esperen un momento.

La doctora salió, dejándonos solos.

Besé a Magnus y junte nuestras frentes, susurrando. -Gracias. Esto es increíble. Soy el hombre más afortunado de este mundo. Te amo.