ⓘ 0034

1.5K 174 19
                                    

[ 💛 Alexander ]

Cuando llegamos a casa, lo primero que hice fue lanzar fuertemente las llaves a la alfombra, sin importarme dónde cayeran.

Me sentía enojado y frustrado por la situación que con Magnus manteníamos desde que nos reencontramos. Sé que ambos nos sentíamos de la misma manera. Pero, a diferencia de él, quiero que todo esto cambie.

Lo quiero en mi cama.

¡Maldita sea!

Deseo terminar con está tensión que hay en el aire. Esta noche quiero estar con Magnus. No aguanto más las ganas de tener ese hermoso trasero solo para mí. Más sé que Magnus es alguien difícil de convencer, así que haré lo que hacía antes, para llamar su atención; voy hacerlo enojar.

Inmaduro, sí.

Magnus suele ponerse tenso y salvaje cuando esta enojado y puedo aprovechar eso, para bien y tener una buena noche o para recibir un golpe en el intento, de todos modos me arriesgaré.

El se encontraba en medio de las escaleras cuando solté la bomba.

–¿Magnus, ya lo has hecho con William? –pregunté irónico.

Se detuvo y volteó a verme.
–¿Qué has dicho?

–Lo que escuchaste.

–Podrías repetirlo –cruzo los brazos, como si eso me quitará las ganas de seguir esta conversación.

–¿Les di el tiempo suficiente a ti y a William para llegar a una habitación?

Magnus bajo los escalones que había logrado subir y se puso enfrente de mí.

–Lamentablemente no, nos diste el tiempo suficiente. ¿Sabes? ahora que lo mencionas creo que estaría bien regresar y terminar lo que no empezó, pero pretendía pasar.

Trato de dar vuelta pero lo detuve del brazo y lo acerqué más a mí.

Estaba rojo, enojado, preparado para pelear y defenderse, justo como lo quería. Sentí el calor inundando mi cuerpo.

–Mejor lo termino yo –dije antes de tomar su cabeza entre mis manos y besarlo.

Tardo un poco pero siguió el beso, enredando sus brazos en mi cuello. Lo recargue en mi brazo e hice el gesto más intenso.

Tenerlo justo aquí en mis brazos de esta manera, era la sensación más perfecta que experimente en mi larga vida. Por fin tendría a Magnus Bane en mi cama.

Lo tome del trasero y lo lleve a mi habitación, mientras que el beso seguía creando una guerra de lenguas.

Llegado lo recoste en la cama y me tome el tiempo suficiente para desnudar su cuerpo, mientras dejaba un beso en cada parte libre.

Mordí su cuello haciéndolo jadear, baje un poco más hasta llegar a sus pezones, no lo pensé dos veces y empecé a lamerlos y a pelliscarlos. Escuche cada gemido que salida de su boca, mientras seguía besandole todo el torso. Me separe para quitarme la ropa lo más rápido que pude y bajarle la ropa interior que era lo único que quedaba.

–Alexander... –gimió cuando tome con mi mano su miembro y lo empecé a masturbar –. Más rápido –pidio.

Obedeciendo lo que decía aumente la velocidad. Después de la nada me detuve, cuando sentí que estaba apunto de correrse. Ignore su queja y lo tome de la cintura para darle la vuelta para que quedará en cuatro. No sin antes besarlo con fervor y pasión.

Moje mi dedo con mi boca y sin previo aviso lo introducí en él, lentamente. Al principio se tenso, pero se relajó de inmediato, con sus dulces y silenciosos gemidos. No espere más y introducí el segundo dedo, haciendo tijeras en su interior para que se abriera un poco más y pudiera caber uno más.

–Estoy listo –anunció Magnus un poco desesperado.

Yo no hablaba sólo soltaba jadeos al ver a Magnus de esta forma. Disfrutaba del momento. Me incorporé y lo jale hasta la orilla de la cama, levante un poco sus caderas e introduje mi adolorida erección en él.

Gemí al sentirlo.
Tan apretado.
Tan bien.

–Oh. Magnus... –suspiré, sintiendo miles de sensaciones tan placenteras que recorrían todo mi cuerpo, al estar dentro de él.

–Oh, sí. Alexander.

Gruñí en respuesta y empece a moverme con un ritmo rítmico y desenfrenado. Haciendo chocar su trasero con mis testículos. Tome sus caderas de cada lado y aumente la velocidad junto con la fuerza en las estocadas.

Mis piernas empezaron a temblar, signo de que estaba apuntó de corregerme. Por los gemidos de Magnus note que el igual.

–Más.. más rápido –pidió, moviendo sus caderas.

Ante su excitante petición, empecé a salir por completo para después entrar de nuevo, con fuerza. Seguimos así, hasta que ambos llegamos al orgasmo.

[...]

alguien como tú ¡! malec [TERMINADA]जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें