0068

994 98 49
                                    

[ 💜 Magnus ]

Desperté con un fuerte dolor en el estómago.

Sabía que eran contracciones, ya las había presenciado antes, pero nunca al grado de que el dolor me despertará.

Suspiré.

–¿Será hoy? –pregunté al aire, acariciando mi vientre suavemente. Revisé y afortunadamente no había sangre como las demás veces, así que logré tranquilizarme.

Me levanté con cuidado, miré al reloj, no pasaban de las doce de la noche, tomé mi teléfono de la mesa. Salí de la habitación y caminé con cuidado, hasta el despacho de Alexander.

Él tenía que terminar de redactar unos documentos, y se quedó después de la cena, a trabajar. No le gustaba hacer trabajo desde casa, pero parecía que era algo importante.

Entré sin tocar la puerta, haciendo ruido.

–Pensé que dormías –hablo, aún observando el documento en sus manos.

Cerré los ojos, parece que el dolor se vuelve más insoportable con cada movimiento.

–Supongo que será hoy.. –anuncié inaudible.

Me observó por unos segundos, después se acercó a mí. Sé que no hubo necesidad de hablar más, lo entendió de inmediato.

–¿Qué necesitas? –pregunto cauteloso. –¿Llamo a una ambulancia?

Eso parecía una buena idea, pero no quiera hacer un drama. Sé que se hará uno llegando al hospital y mientras más puedo evitarlo mejor.

Negué. –¿Te parece sí vas por las cosas? Yo iré al auto, te espero ahí.

–¿Aún puedes caminar?

Volví a negar. –Leí sobre ésto hace un tiempo, es importante tranquilizarse e intentar caminar. Lo haré. Ve por las cosas, estaré bien.

Dudoso asistió, y se encaminó por las cosas hasta la habitación. Yo comencé a caminar lo más lento que pude, tomando varias respiraciones en cada paso.

Tenía el presentimiento de que todo saldría bien, que nada de lo que Edmund nos había dicho, sucedería, qué solo era un error, pero por más que pienso en las posibilidades, suena imposible.

Seguí caminando con lentitud, con el dolor a más no poder. Llegué a la puerta. Sentía que en cualquier momento me desmayaría, había mucho dolor.

Tome varias respiraciones, caminé más rápido y subí al auto. Me quedé ahí unos minutos hasta que apareció Alexander, podría haberme reído al ver cómo por las prisas cayó sobre su propio trasero al salir de casa, pero los dolores no pasaban.

Suspiré. –Vamos bebé, debes mantenerte un poco más ahí. Solo un poco.

Alexander subió al auto y arrancó rápido. Tomé el teléfono y le mandé un mensaje a mis padres, para que nos alcanzarán allá.

Íbamos al mismo hospital de siempre, dónde Edmund así que no les hable de direcciones, ellos saben dónde es.

Habíamos cancelado algunas citas con Edmund pero aún seguimos confiando en él, yo sé que él sabrá que hacer. Espero que tenga muchos trucos bajo la manga: no quiero que este sea el final.

Siguió manejando, mientras nos inundaba un silencio incómodo.

Había muchísimos malos pensamientos en éste momento dentro de mí. No sé lo que me espera. Tengo demasiada angustia. Puede que sea mi último día o si el de mi bebé, quizá sea el último de ambos.

El sentimiento de culpa me inundó, comencé a disculparme: –Yo... yo no quería ésto –hablé.  –Lo digo de verdad Alexander, no quería llegar a ésto –deje caer unas lágrimas. –Tú ahora deberás escoger a alguno de los dos. No quería hacerte pasar por ésto. Lo juro. Yo solo quería darte una familia. Lo siento mucho.

El me miró a los ojos.

–Dejá de pensar en eso –soltó interrumpiendo. –Estaremos bien –agarro mi mano, dejándola sobre su pierna. –Lo prometo.

Le creí.

Voltee a ver al frente. Concentrándome en lo que estaba apunto de suceder.

–Alexander... –advertí, más el seguía viéndome.

–Basta Magnus, sé que saldremos de esto. No te culpes más.

–¡La vista enfrente, Alexander! –me estiré para tomar el volante, al no poder, me desabroché el cinturón de seguridad.

Pensé que lo lograría, pero fue demasiado tarde, cometí el error más grande de mi vida.

Todo paso demasiado rápido: íbamos demasiado rápido, Alexandrf estaba distraído y chocamos con un trailer de carga.

"Estaremos bien" había prometido, más nunca una promesa había durado tan poco tiempo.

[...]

alguien como tú ¡! malec [TERMINADA]Kde žijí příběhy. Začni objevovat