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[ 💛 Alexander ]

–¿Es en serio? –me reprocho.

–Soy humano, tengo necesidades.

–Sí pero deberías guardarlas.

–No es fácil cuando estás arriba de mí

Magnus se quedó quieto, y lentamente se bajo de mí. Me incorporé rápidamente.

–¡Dame las tarjetas! –dijo. Fingiendo que no había pasado nada, lo cual agradecí.

–Bien –. Saque las tarjetas de mi bolsillo y se las entregue para evitar acercamientos. Mi problema se había calmado y no quería otro disgusto.

–¡Eres un maldito tramposo!

–Alguien tenía que lavar mi ropa.

–Sí. Muy gracioso. Ahora por tramposo, tu harás la cena.

–¡Eso no es justo, soy un asco en la cocina!

–Eres un asco en muchas cosas. No me sorprende, pero aun así... ¡Intenta preparar algo de comida, que muero de hambre!

–Que gruñón.

Camine hasta la cocina, saque una lata de atún y la serví en un plato. Regresé con Magnus que aún se encontraba en el comedor.

–¡Listo, ya tienes que comer! –extendí el plato.

–¿Estás bromeando?

–No.

–Tú comerás eso, hazme ese favor... Yo pediré pizza por teléfono.

–No me gusta el atún, es asqueroso.

–Igual que tú en la cocina... Lo acabas de decir. Sólo prueba algo de tu propia comida.

–¿Acaso me odias?

–Por supuesto que no. ¿Por qué lo haría?

–No sé, dímelo tú, Magnus.

–No lo hago, solo es venganza. Hiciste trampa y me hiciste pasar un momento incómodo.

–¡También fue incómodo para mí!

Brindándome una mirada dura, se levantó de su asiento y camino hasta el teléfono, lo tomó y hizo una llama.

De verdad pidió la pizza, él maldito.

Miré el atún que con todo mi esfuerzo preparé. Me maldije internamente, yo sé cocinar, tantos años viviendo solo me enseñaron, pero no quería hacer nada justo ahora, así que mentí y ahora estaba recibiendo las consecuencias.

–Me invitarás de tu pizza, ¿verdad, Magnus? Tú no eres tan malo.

Fueron minutos en los que se tardó en responder; –Si, te invitaré, pero no te aproveches de mi bondad.

–Gracias.

Cuando la pizza llegó, decidimos ver una película, cada quien tomo asiento en un sillón y cenamos tranquilamente.

Magnus guardó el atún en un tupper y lo guardo en el refrigerador, yo quería tirarlo como lo hice con mi dignidad cuando lo prepare, pero Magnus me dió un discurso de media hora diciéndo que la comida no se desecha si es que aún está buena para preparar.

La noche llegó, hice ejercicio, lo cual me quita el estrés, después de aquel momento con Magnus, ahora más que nunca necesito sacar toda mi frustración y que mejor haciendo ejercicio.

Magnus se fue a dormir y yo me quedé acomodando algunos documentos importantes. Necesitaba tener todo listo para que en 4 días entre como el nuevo jefe de las empresas Lightwood.

[...]

alguien como tú ¡! malec [TERMINADA]Where stories live. Discover now