0050

1.1K 149 23
                                    

[ 🤍 Isabelle ]

–¿Está dormido? -pregunte, dejando mi bolso en una silla de su comedor.

–No está haciendo ruido, así que supongo que sí –respondió mi hermano. –Gracias por hacer esto.

–No es nada, eres mi hermano, él es mi mejor amigo, siempre contarán conmigo. No sé por qué haces tango drama.

–Magnus, no ha estado de humor.

–No es para tanto, eres un exagerado. Hable con él hace unas horas y se oía genial.

-Es porque no vives con él.

–Claro –reí. El humor de Magnus no podía ser tan horrible como decía.

–Me iré. Gracias nuevamente. Regresare lo antes posible.

–De nada, de nada. Ahora corre antes de que me arrepienta –. Empecé a subir las escaleras.

–Suerte con la bestia.

–Alec...

–Dile que lo amo con todo mi corazón y que tú me obligaste a partir.

–Si lo que digas.

–¡Cuídalo! –. Pego un grito, antes de salir por la puerta.

Camine hasta el segundo piso, en busca de Magnus. Llegando a la habitación. Toque la puerta unas cuantas veces, despacio por si se encontraba dormido.

–Adelante –se escucho la voz de Magnus.

¡Perfecto! Está despierto.

Entrando a la habitación, Magnus se encontraba tumbado en la cama, en posición de estrella de mar.

–Hola, mejor amigo.

–Estoy muriendo. Sácalo de mí. ¡Ayuda! –. Ese fue su saludo.

–¿Te encuentras bien?

–¡Estoy gordo! –se quejo. –Me moriré.

Reí. Este chico es la reina del drama, incluso más que mi hermano.

–Magnus, cálmate. Tus dramas no le ayudan al bebé.

–¿Dónde está Alexander? –cambio de tema, ignorandome olímpicamente. –Dijo que me iba a traer un chango sirviente. De esos que son completamente inteligentes y ayudan en tu día.

–Salió. No tardará. Te quedaste conmigo –conteste.

–¿Tú traes mi chango?

–No –. Magnus me miró haciendo un puchero. –Nada de llorar –pedí.

Afortunadamente soy inmune a sus pucheros, desde que lo conozco, siempre trata de convencer o hacer sentir mal a las personas de esa forma, para mí suerte aprendí a lidiar con ellos y a detenerlos antes de que empiece de niño malcriado.

–¿Donde esta mi esposo con mi chago?

–Magnus no habrá chango. Y mi hermano solo fue por más comida, y a revisar algo del trabajo.

–Mmm... –. Parecía no importarle, no tanto como Alec me dijo que hace unos días se puso y como terminó recogiendo su ropa de la calle.

–Vamos a...

–No quiero ir –interrumpió.

–Ni si quiera he dicho a donde vamos.

–Lo sé, pero no me iré de aquí hasta que Alexander vuelva con mi chango. Él lo prometió.

–No traerá nada.

–¡Tú no sabes!

Suspire un poco frustrada. –Ponte algo cómodo que vamos a caminar bastante.

–No iré a ninguna parte.

–Que lástima. No te pregunte, te estoy diciendo que nos vamos.

–¿A dónde?

–Vamos a la plaza, podemos comprar ropa y cosas para el bebé. Es hora de que salgas de aquí. Has estado encerrado por semanas.

–Aún no sabemos el sexo del bebé, queremos que sea sorpresa.

–Podemos comparar cosas neutras.

–Bien. Vamos, pero tu cargarás –. Tardo un poco pero logro ponerse de pie el solo.

Bueno, eso fue demasiado fácil.
Sin duda Alec exageraba..

[...]

alguien como tú ¡! malec [TERMINADA]Where stories live. Discover now