0055

1K 139 45
                                    

[ 💛 Alexander ]

Sabía que la navidad se acercaba y no porque fuera bueno con las fechas, tampoco por las personas que empezaron a usar suéteres grandes por el clima frío. Más bien por el hecho que mi casa parecía un super mercado de tantos adornos navideños que había.

Magnus se esmero en la decoración.

–Parece que alguien realmente ama estas fechas –murmure con algo de fastidio, cuando mire como dos hombres entraban a mi casa, con un reno gigante. –Y a quién no... –mire a bambú, el gruñía y seguía a Magnus de un lugar a otro.

Bambú parecía odiar ese tipo de decoraciónes. Un árbol desecho y todo apestoso a orina, lo dejaba en claro.

Magnus estaba frustrado por el comportamiento de Bumbú, no tenía idea qué es lo que tanto le afecta. Se supone que son los gatos que en cierta forma les nace un odio a los árboles navideños, no a los perros.

Nos vimos obligados en poner una reja para que Bambú no entrará a la sala.

Observé todo el movimiento desde las escaleras. No me interesaba ser parte de eso. Tenía demasiado trabajo en mi despacho, mas el ruido que estaban haciendo no me ayudaba a consentrarme. Pero no podía estar enojado, ver a Magnus con su vientre abultado, caminando por toda la casa, con una sonrisa enorme, hace que de alguna manera empiece a amar estas fechas.

Pasaron minutos, quizá una hora, hasta que los hombres salieron de mi casa.

–¿Qué haces ahí? –pregunto Magnus.

–He estado aquí por todo este rato, amor.

–Oh. Lamento si no te dejamos trabajar.

–No hay ningún problema. ¿Ahora que harás? Resulta que me gusta observarte andar por ahí.

Sonrió. –Iré a descansar. ¿Quieres venir?

–No, bebé. Tengo el trabajo encima.

–Bien, me llamas cuando tengas hambre.

–Seguro.

[...]

Resulta que todo ingenuo creí que los adornos navideños se habían acabado con aquel reno gigante que llegó ayer, que equivocado estaba. Justo ahora Magnus estaba poniendo otras lucesde color azul.

–¿No crees que estas exagerando, cariño? –pregunté sutilmente, acercándome a donde estaba.

–No. Estas fechas son importantes para mí. Son los únicos días en los cuáles mis abuelos vienen a casa.

–Sí. Pero a la casa de tus padres, no a la nuestra.

–Quizá haya algo que no te he comentado –. Dejo las luces a un lado, y casi corrió a la cocina. Lo seguí.

–¿Qué es?

Suspiró, tomando su café. –Como es nuestro primer año juntos como esposos. Seremos los anfitriones de la cena.

–¿Disculpa, qué?

–Lo que escuchaste, mi amor.

alguien como tú ¡! malec [TERMINADA]Where stories live. Discover now