alguien como tú ¡! malec [TERMINADA]

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[ 💜 Magnus ]

Había pasado una semana desde que quedamos en mantener una relación sexualmente activa.

Gracias a esto, había más confianza entre los dos y las pequeñas discusiones por cosas insignificantes quedaron atrás.

En cierta forma era extraño, pero tampoco es que me moleste. Alexander es más cariñoso y eso me agrada, me deja ver una parte de él que no sabía que existía.

Eran las nueve de la mañana, del sábado y él aún dormía, a mi lado. No pude evitar no admirarlo, se veía tan tierno, me acerqué y le deje un montón de pequeños besos.

Cuando sintió mis labios en los suyos, fue abriendo poco a poco sus hermosos ojos azules. –Buenos días –dije sonriendo.

–Buenos días –contestó adormilado, con su voz ronca y increíblemente sensual, haciendo círculos en mi cintura y aprentandome contra él.

–¿Dormiste bien?

–Más que bien –. Me cargo y me coloco en su regazo, justo debajo de su miembro que hace unos segundos estaba dormido y ahora estaba más que despierto.

Trate de alejarme pero el me lo impidió, tomándome del cuello y dejándome besos en todo este. Sin poner más resistencia empecé a ser movimientos encima de él, simulado cabalgadas.

–Debemos bajar a desayunar –avise, dándole un beso en la mejilla.

–Yo ya estoy desayunando –respondió, agarrando mis caderas para hacer los movimientos más rápidos. –Algo sumamente delicioso –siguió con los besos.

Aún teníamos ropa, pero eso no duro mucho, ya que Alexander empezo a desvestirme.

Lo ayude. Por supuesto que hice. Yo también quería desayunar.

–Te parece... –empezo hablar, sin dejar de besarme sólo haciendo unas pequeñas pausas –, sí... –beso, mi cuello –, nos... –mejilla –, metemos... –labios –, a bañar...

Sin responder, inmediatamente me baje de su regaso, y caminamos hasta el baño.

Ya dentro, empezamos a bañarnos tranquilamente. Él me limpio y yo lo limpiaba a él, pase la esponja por todo su hermoso cuerpo. Lave su espalda mientras dejaba uno que otro beso.

Luego se dio vuelta y seguí con está acción. Sin detenerme, me puse de rodillas y tome su miembro con mi boca, sin previo aviso.

–Oh, Dios...

Empecé a chupar como sí se tratará de mi dulce favorito, mientras que Alexander gemía.

–Magnus.. tienes que parar, quiero correrme dentro de ti, bebé –logro articular tratando de levantarme, pero yo empuje sus manos y negué con la cabeza.

Pasaron unos segundos más, hasta que se corrió dentro de mi boca. No dude y como pude me trague su semen.

Nunca había probado uno así que sí me supo extraño. Era un nuevo sabor, que inmediatamente se fue cuando tomo mis labios y los unió salvajemente a los suyos, en un beso lleno de lujuria.

Me alzó y yo envolví mis piernas en su cintura, para no caerme. Su erección volvió a aparecer y con un poco de presión, entro en mí en una embestida.

Nos seguimos besando hasta que me separe abruptamente para empezar gemir, mientras Alexander arremetía contra mí, una y otra vez, sin parar.

–Mierda, sí, más, más.

–¿Si quiere más?

–Si...

–Te daré más –dijo, saliendo y volviendo a entrar, rápido y fuertemente de mí.

Tocó mi próstata haciéndome gritar. –¡Justo ahí!

Me embistió un par de veces más, para luego correrse dentro de mí, mientras yo me descargaba en su abdomen.

Terminamos de bañarnos sin dobles intenciones. Nos alistamos y bajamos a desayunar.

–Tenemos que ir al cumpleaños de tu amigo Will –recordó.

–¿De verdad iremos?

–Si, tengo que hacer algo..

–¿Qué?

–Ya dije mucho. Apúrate que a las cinco nos vamos.

[...]