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Capítulo 89

Capítulo 89 : Fuera de la pequeña habitación negra, Zhuang Zhou y la mariposa (2)

La cama era muy grande y estaba cubierta con un suave satén blanco. Pequeñas campanillas doradas colgaban suspendidas de cintas en los bordes de la cama, formando lo que desde la distancia parecía una jaula dorada de prisión. 

De hecho, la cama era una jaula dorada. Cada vez que Qin Kaiyi intentaba salir de la cama, esas campanas doradas se convertían en una barrera irrompible que obstruía sus movimientos. 

Qin Kaiyi, completamente incapaz de entender por qué se encontró con tal desgracia, se acurrucó en la cabecera de la cama. Los grilletes habían sido nuevamente trabados en sus muñecas, y combinados con la ropa larga y suelta que usaba, lo hacían lucir increíblemente frágil. 

Después de que Shen Feixiao se impusiera de nuevo, se fue. Cuando Qin Kaiyi se despertó de nuevo, solo vio una cama vacía y un gran salón amplio y silencioso (T / N: salón principal de un templo budista). 

Así es, un gran salón. Cuando Qin Kaiyi comenzó a asimilar claramente lo que estaba viendo, casi saltó de miedo. La cama estaba colocada en un gran salón profusamente tallado. 

El piso de la sala estaba hecho de jade blanco inmaculado, y las vigas del techo, los pilares, las puertas y las ventanas estaban talladas con elegantes grabados. Algunos grabados eran de pájaros y bestias, y otros eran de montañas, rocas y árboles, pero sin excepción, todos tenían una especie de intención fría que empapaba los huesos. Qin Kaiyi, que estaba atrapado dentro de este salón, solo podía acurrucarse en la cama y temblar. 

Este cuerpo parecía ya transformado. Originalmente, las huellas dejadas en su piel desaparecían fácilmente, pero ahora, casi como marcas, permanecían en él durante días sin ningún signo de disiparse. Lo que era más aterrador era que este cuerpo no sentiría ni una pizca de hambre sin comida. 

No sentir hambre podría ser una bendición para la gente común que quería ahorrar comida, pero para Qin Kaiyi encarcelado ... no necesitar comer significaba que, de principio a fin, solo podía quedarse solo. 

Un día estuvo bien, dos días estuvo bien, pero cuando el tiempo se extendió, Qin Kaiyi no pudo soportarlo. Se puso anormalmente inquieto, hasta el punto de que en el fondo de su corazón esperaba desesperadamente poder ver a Shen Feixiao. 

Shen Feixiao no sabía que en este mundo existía el síndrome de Estocolmo. Sin embargo, sabía que la mejor manera de que su shixiong se resistiera menos a él era que su shixiong se quedara solo. 

La soledad era una realidad aterradora, lo suficientemente aterradora como para destrozar completamente a una persona. 

Entonces, un mes después, en el momento en que Qin Kaiyi vio a Shen Feixiao, su primera reacción fue en realidad alegría. Se arrastró y casi rodó mientras trepaba al lado de la cama, su voz ansiosa y aguda, "Shen Feixiao ... Shen Feixiao ... déjame salir, déjame salir !!!" 

"Shixiong". Shen Feixiao no se veía diferente de cómo se veía hace un mes, todavía vestía ropa negra simple. Miró la apariencia desesperadamente ansiosa de Qin Kaiyi y una sonrisa se deslizó en su rostro. "¿Paso algo?" 

"... Shen Feixiao ..." Qin Kaiyi solo quería llorar. Quería extender una mano y agarrar las esquinas de la ropa de Shen Feixiao, pero esas campanas doradas lo bloquearon. 

"Shixiong". Shen Feixiao miró los impacientes movimientos de Qin Kaiyi y lo encontró bastante divertido. Esas campanas doradas parecían no existir para Shen Feixiao; extendió una mano y arrastró directamente a Qin Kaiyi a su abrazo.