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Capítulo 23: La lluvia se detiene

Capítulo 23: La lluvia se detiene

Se podría decir que los días siguientes fueron los más pacíficos que Qin Kaiyi había experimentado en este mundo. No había sonidos de sistema de ajuste de crisantemo, no tenía que pensar en cómo molestar a Shen Feixiao todos los días, e incluso sus problemas de cultivo se resolvieron. Qin Kaiyi, quien sentía que estaba bebiendo vino, quería decir que la vida era muy buena.

Por supuesto, aunque la vida era hermosa, había una o dos deficiencias: la máscara que todavía estaba firmemente unida a la cara de Qin Kaiyi, y Yan Gu no dejaba escapar ningún sonido desde que llegó Shen Feixiao. Esto hizo que Qin Kai Yi siempre sintiera que tenía un nudo en el corazón. No importa cuán feliz estuviera, Qin Kaiyi todavía estaba un poco preocupado sobre si la máscara afectaría su vida normal. Sin embargo, después de meterse algo en la boca, Qin Kaiyi se olvidaría de este problema que se cernía sobre su corazón. 

Esta máscara de Yan Gu no era un objeto real, sino más bien una proyección en 3D. Aunque esto no era evidente de inmediato, si usaba sus manos para tocar la máscara, sus manos pasarían directamente a través de la máscara y llegarían a su rostro. 

Shen Feixiao también estaba claramente curioso acerca de cómo Qin Kaiyi podía comer, así que cuando vio por primera vez a Qin Kaiyi pasar comida a través de la máscara y directamente a su boca sin ningún obstáculo, su expresión se torció un poco ... Qin Kaiyi miró la expresión en la cara de Shen Feixiao y estaba muy satisfecho Tu madre, que le pidió a Shen Feixiao que tuviera una cara paralizada todo el día; ¡no tenía ninguna vitalidad juvenil en absoluto!

El aguacero afuera continuó durante siete días. Durante este tiempo, Shen Feixiao finalmente bajó la guardia contra el hombre enmascarado. Aunque siete días no fueron demasiado largos, fue suficiente para juzgar si el hombre enmascarado tenía alguna intención dañina. Shen Feixiao no sabía lo que el hombre enmascarado realmente quería de él, pero a juzgar por la situación actual, no tenía nada que perder.

El día que cesó la lluvia, Qin Kaiyi se despertó temprano. Se arrastró desde el suelo y salió de la cueva. La jungla bañada por fuertes lluvias exudaba un olor a tierra fresca. Debido a que la lluvia cayó demasiado tiempo, el suelo se volvió fangoso y había pequeños charcos por todas partes.

Qin Kaiyi observó la situación a su alrededor por un tiempo. Sintió que no podía entender el reino secreto con el sentido común que aplicaba a la geografía normal. Después de todo, el terreno de la jungla era muy plano, pero incluso después de siete días de lluvia, no hubo aumento en el nivel del agua. 

Qin Kaiyi tuvo buena suerte y logró encontrar una liebre no lejos de la cueva. Después de mucho esfuerzo, atrapó a la liebre sin usar hechizos. La lluvia paró y él estaba buscando comida. Desde que cesó la lluvia, no serían solo humanos buscando comida. También estaban esas bestias espirituales que odiaban la lluvia y otras criaturas. Con una capa de preocupación en su corazón, Qin Kaiyi recogió el conejo y se alejó.

Cuando llegó a la cueva, Shen Feixiao también se había despertado. En este momento, él estaba sentado en el suelo y cultivando. La berenjena se puso en cuclillas junto a Shen Feixiao. Esos ojos morados, parecidos a uvas, giraban húmedamente, y él no sabía lo que la criatura estaba pensando. 

Al ver a Shen Feixiao cultivando, Qin Kaiyi no lo molestó. En cambio, caminó hacia un lado de la cueva para pelar la piel del conejo y desangrarlo. Después de limpiarlo, lo pegó en un palo y regresó a la cueva para asarlo con fuego.

Si simplemente no pones nada más sobre el conejo y lo colocas sobre el fuego, el sabor no sería bueno, pero Qin Kaiyi obviamente estaba preparado.