Mi destino eres tú (Calum Hood&Tú)

27. "Estas cosas no me pasan a mí"

—Buenos días, cariño. —me saludó amablemente la Sra. Hood una vez en la cocina—. ¿Cómo has dormido?

—Muy bien, gracias. —le contesté sonriente—. Voy algo atrasada.

Hice una mueca al finalizar mi oración y me acerqué para sacar un trozo de pan. Antes de hacerlo miré a la Sra. Hood para su autorización. Ella asintió, así que me sentí libre de hacerlo.

—Muchas gracias. —le dije refiriéndome al pan, pero, en realidad, también lo era por todo lo demás—. Debo irme.

Me acerqué rápidamente hacia ella e hice que mis labios aterrizaran en su mejilla sorprendiéndola, reacción que luego cambió a una dulce sonrisa. No esperé más y comencé a caminar hacia la salida.

—¡Que tengas un lindo día! —fue su respuesta que pude escuchar mientras abría la puerta principal.

Caminé apresuradamente hasta llegar al paradero. El bus estaba en la parada cuando llegué y, gracias a que había más gente allí, no tuve que correr. Una vez que estuve en el instituto fue hacia mi casillero para tomar los libros necesarios del día.

Cuando removí los libros una hoja de papel calló. La recogí por instinto, ya que podía ser una hoja que se hubiera soltado de algún cuaderno, pero cuando la tuve en mis manos me di cuenta de que, en realidad, era una nota, así que la leí disimuladamente.

-Espero que no se te olvide nuestra salida... Ah y, por favor, no vayas a salir con otra escusa, que ya no me las creeré.

Connor.

Sonreí inconscientemente al saber que ya se había dado cuenta de que todas mis excusas eran totalmente rebuscadas y, algunas, falsas.

—¿Qué tienes ahí?

Salté involuntariamente llevando mi mano hacia mi pecho. Debo decir que tengo muy buena reacción de parte de mi sistema nervioso. Incluso en las películas de terror suelo dar muchos saltitos.

—No hagas eso, Ariana. Sabes que me puedes causar la muerte así. —exageré haciendo que ella sonriera negado con la cabeza—. Es solo una nota de Connor para que no olvidara nuestra... salida.

Debo reconocer que me sentí incomoda al decir "salida" y es que no es algo amistoso lo que la gente piensa al oír esa palabra.

—Uhhh. —me molestó Ariana con ese ruido que hace la gente para relacionar a dos personas románticamente. Al menos no me molesta que ella lo haga, porque sé que lo hace de broma—. Creo que se lo está tomando en serio.

Comenzamos a caminar hacia nuestra primera clase que, por cierto, nos tocaba juntas.

—No. —respondí tajante, pero al notar la mirada de Ariana dudé—. No lo sé, en verdad, no lo creo.

Le resté importancia y ambas olvidamos el asunto. Al llegar a la clase de química recordé que me regocijaría con la compañía de Mike. Él, al vernos, nos saludó efusivamente y luego que el profesor diera las instrucciones, se acercó a nosotras.

—Me encanta venir aquí. —anunció cuanto llego a nosotras.

Su cara demostraba lo que sus palabras decían. Lo vi como volteo la silla y se sentó como de costumbre, al revés.

—¿También lo amabas cuando venías? —le pregunté alzando las cejas.

Frunció el ceño y negó efusivamente.

—Claro que no. —respondió como si fuera obvio con un resoplo—. Lo que me encanta de estar aquí ahora es que tengo total control sobre ustedes, groupies.