28. "Guerra"

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Me encontraba en la salida hecha un manojo de nervios y mirando en todas direcciones. No quería imaginarme lo que pasaría en la salida, pero mi cerebro no colaboraba mucho. Trataba de no mirar hacia la puerta principal, pero de vez en cuando, disimuladamente lo hacía de igual forma.

De repente alguien tocó mi hombro haciendo que tomara una bocanada de aire. La verdad era que no quería enfrentar lo que venía, porque podía presentir que no sería bueno.

Me giré intentando tranquilizarme. Solo es una salida amistosa. Mi cuerpo se relajó cuando mis ojos se encontraron con esos ojos verdes.

—Eras tú. —dije dejando escapar todo el aire que había tomado.

—Así es, soy yo, Ariana ¿Quién más? —dijo sonriendo, iba a hablar, pero ella me interrumpió—. Lo sé, lo sé, Connor. ¿Estás asustada? Porque pareciera que fueras al dentista, yo me pongo así.

Reí leve ante si comentario, ella siempre me alegraba en los momentos más difíciles.

— Iras ¿cierto? —le pregunté esperanzada de que su respuesta fuera un sí rotundo.

—No puedo meterme en tus citas, ______ (Tn).

A pesar de que normalmente hubiera corregido que no es una cita, sino una salida, lo que más me preocupó fue que me hiciera pensar que no iría, que debería enfrentar a Connor yo sola y eso me enloqueció.

Estuve a punto de hacer una escena, incluso arrodillarme si eso significaba que Ariana accedería a ir conmigo. Ella amaba sentirse ganadora, pero antes de que pudiera abrir la boca, ella volvió a hablar.

—Aunque... —la miré con ilusión esperando que continuara con su oración—. Si tú me necesitas, cosa que es obvio, y me ruegas que te acompañe, lo haré.

Sonreí enormemente y la abracé con fuerzas. Ariana no era cariñosa, pero yo sí que lo era, aunque eso no impidió que pudiera hacerlo. Que no fuera cariñosa no significaba que no me dejara hacerlo.

—Claro que necesito que vayas, pero que no se te suba el ego. —le advierto apuntándola con el dedo, lo que causa una sonrisa en sus labios.

Estábamos conversando animadamente, tan animadamente que hasta se me había olvidado que estaba esperando a Connor y que después iríamos a nuestra salida, porque eso era una salida. Reía a carcajadas ante nuestros temas cuando sentí que una mano rosó mi bazo e hizo que sintiera nervios nuevamente.

—Lamento el retraso. —se excusa cuando nuestros ojos se encuentran—. El profesor me había pedido que me quedara un rato, realmente lo siento ¿Nos vamos?

Inspeccioné en su rostro algo que me indicara que estaba mintiendo y que todo esto era una mala idea, pero todo lo que pude ver fue lo entusiasmado que me sonreía.

Pensar que él realmente estaba feliz de salir conmigo me hizo sonreírle. Sentí a Ariana a mi lado y recordé que no le había comentado de mi idea de invitar a mi mejor amiga. Esperaba que eso no lo pusiera triste.

—Ah, por cierto, Ariana también irá.

Intenté que mis palabras sonaras simples, para que Connor comprendiera que eso no cambiaba nada. Él se volteó a verla, ya que hasta el momento sus ojos no se separaban de mí. Vi como le sonrió y la saludo cordialmente, asintió y nos dispusimos a caminar.

Íbamos caminando mientras Ariana y yo dominábamos el tema de conversación, Connor era muy agradable ya que se hacía participe de él, aunque no supiera de que hablábamos.

De repente una cabellera de colores se apareció en mi vista y luego una castaña de puntas rosas. Sonreí de inmediato cuando la vi que olvidé completamente a mis acompañantes y me detuve para caminar hacia ellos.

Mi destino eres tú (Calum Hood&Tú)Where stories live. Discover now