Mi destino eres tú (Calum Hood&Tú)

5. "No le agrado"

—¡Hijo! Qué bueno que hayas venido. —dijo la Sra. Hood contenta mientras corría a abrazarlo.

—No sabía que estarías ocupada.—le responde abrazándola mientras sus ojos recorre al par de intrusas que hay en su casa. 

Su voz claramente mostró el descontento, pero yo no reaccioné, no hasta que sus ojos vieron directamente hacia los míos. Mi corazón se empezó a acelerar y rápidamente me aparte del piano. No quería que me viera, tampoco quería que sintiera que soy una patuda.

Ariana me miró y con su mirada me lo dijo todo. Esta nerviosa y se sentía incomoda. Yo también.

—Hijo—comenzó la sra. Joy alejándose de él con una sonrisa—. Ella es... Bueno son las chicas de intercambio, en esta casa solo vivirá una, es que la otra tuvo un problema. —se notaba muy emocionada, todo lo contrario de su hijo. Él no habló, ni siquiera saludó. Cuando notó el ambiente tenso y agregó—:   Chicas ¿Por qué no se van a cambiar? Creo que sería una buena idea ir a comer al lugar más rico de Sídney. ¿Qué te parece Calum?

—No. —respondió rápidamente haciendo que yo mirara hacia el suelo—. Quedé con los chicos solo vine a visitarte, pero veo que estás algo ocupada... 

¡Dios, que incómodo el solo quería irse! Mi mirada seguía pegada en el piso mientras mis ojos se cerraban con pesar. Ariana me sacó del trance y me incentivó a subir las escaleras. 

—Pero invítalos. ¡Será divertido!                              

No escuché más, con Ariana subimos rápidamente y entramos a la habitación. ¡Era realmente hermosa! Sus paredes estaban pintadas de un rosa pálido con círculos de todos tamaños violeta. La habitación no era muy grande, pero era muy acogedora. La cama era de plaza y media y con cobertores de colores muy vivos.

—¡Wow! ¡Se pasó! Es muy tierna. —dijo Ariana igual de anonadada que yo. Por mi parte, yo solo asentía a sus opiniones, estaba encantada con la habitación, además tenía un ventanal grande con un balcón en el cual podría sentarme a leer—. ¿Qué sentiste? Digo... cuando lo viste.

Mi estómago reclamó y me preparé a responder algo coherente. Temía que Ariana me hiciera esa pregunta, pero sabía que la haría. Por más que quisiera perderme en los detalles de la habitación sacarlo a él como tema me ponía incómoda.

—Lo mismo que he sentido siempre al ver sus fotos a través de la pantalla. —respondí exhausta. Cada vez que lo veía o escuchaba su voz miles de cosas despertaban en mi interior y eso no me gustaba para nada.

—Yo me emocione mucho ¿sabes? Pero me resistí.

Sé que no están entendiendo nada, pero es un tema difícil de explicar. Lo intentaré.
Ariana y yo, un día en mi casa, nos pusimos a buscar videos en youtube cuando de la nada encontramos a un grupo llamado "5 Seconds of Summer" y quedamos maravilladas. Ellos eran encantadores y divertidos, nos sacaban enormes sonrisas cuando más lo necesitábamos. De apoco nos empezamos a acercar más a su música y no nos dimos cuenta cuando todo giraba en torno a ellos.

Cuando nos vinimos a Australia jamás pensamos que nos encontraríamos con ellos y, mucho menos, que viviría en la casa de uno. Bueno, ustedes creerán que debo estar vuelta loca pero no es precisamente eso. Sí, estoy vuelta loca, mi cabeza está llena de líos. No me considero fan de ellos, aunque eso no quiere decir que no esté obsesionada con ellos. No me malentiendan, ser una fan requiere de mucho y no sé si soy lo suficientemente buena para eso, pero no quisiera que ellos se enteraran de que los conozco. Pensarían que solo vine acá a conocerlos, que lo arregle todo para que fuese así. Jamás me creerían que nada de esto siquiera paso por mi mente. Guardaría este secreto para siempre y lo más importante, trataría de no crear ningún lazo amoroso.

—¿Qué piensas ponerte? —me dijo Ariana sacándome de mis pensamientos.

—No lo sé, espero que no sea muy elegante. No tengo vestidos. —respondí con la pura y santa verdad. No uso vestidos, solo cuando mi mamá me obliga con la chancla en la mano.

—Bueno, seamos nosotras. —me dijo ella con una sonrisa en su rostro.

Empecé a buscar ropa más o menos de acuerdo a la ocasión. En estos momentos es cuando odio no usar vestidos y sobre todo no saber andar en tacos. La sra. Hood había dicho claramente "al lugar más rico de Sídney" y mi ropa estaba lejos de ser algo adecuado para eso. Toda mi preocupación por la ropa se fue cuando escuche a la sra. Hood y a Calum pelear. No quería incomodar y mucho menos causar problemas, no era mi intención.

—Tranquila, tú no tienes la culpa ¿Ok? —me dijo Ariana cuando me notó tensa.

—Pero, Ariana... Me siento mal, enserio, muy triste. Yo no quería que esto pasara.

—_____ (Tn), mírame, ______ (Tn) —le hice caso y ella continuó—. Basta. No tienes por qué ponerte mal por un niñito mimado. Él quiere que todo sea como él quiere que sea y no es así. La señora Joy lo quiso de este modo, así que, sonríele al mundo y cámbiate.

Ariana tenía razón, pero eso no le quitaba verdad a que él tenía más derecho en esta casa que yo.

Elegí unos pantalones negros que tenía, en realidad, eran más parecidos a jeans oscuros. Para arriba una blusa holgada blanca con una chaqueta negra y mis infaltables convers negras. Ariana eligió sus pantalones blancos y una blusa mezclilla, con sus botas cafés.  Se hizo una coleta dejando caer su hermoso cabello cargado hacia un lado.

—¿Están listas, niñas? —nos preguntó la sra. Hood del otro lado de la puerta.

—Sí, pase. —respondí yo cuando Ariana asintió dándome a entender que estaba bien.

Cuando entró nos miró y sonrió y luego agregó—. Mi hijo invitara a sus amigos a comer ¿no les molesta? —ambas negamos con la cabeza—. Bueno, lamento tanto su comportamiento, pero si lo conocen mejor se darán cuenta de lo simpático que es. Vamos... se los tengo que presentar.

Bien, todo mi plan de no tener que compartir con ellos se venía poco a poco abajo, pero no podía ser grosera cuando la sra. Hood solo quería ser amable. Una vez que estuvimos abajo nos dimos cuenta que él ya no estaba. Me sentí tan mal por ella que la rabia por su hijo estaba aumentando.

—No...yo...yo lo siento. Él dijo que esperaría aquí...

—No se preocupe, sra. Hood, no hay problema ¿Verdad Ariana? —Ariana asintió—. ¿Ve?

—Gracias.—respondió sonriendo agradecidamente. 

Nos fuimos en taxi y llegamos a un restaurant no muy elegante, pero sí muy hermoso. Estaba iluminado y el lugar era muy acogedor. Estaba lleno de candelabros negros y pantallas amarillas para todas las luces de diferentes tamaños.

—Siéntense, chicas, vengo enseguida.

La sra. Joy se fue a no sé qué parte. Por mientras Ariana y yo nos pusimos a conversar sobre como sería nuestro colegio, nuestros compañeros, cuando de repente sentí la mirada de Ariana detrás de mí. Eran ellos. 

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*Capítulo corregido*