Mi destino eres tú (Calum Hood&Tú)

45. "Nueva salida: todos juntos somos un desastre"

Desperté por mi querida alarma que yo, la tonta, había olvidado desconectar. Gracias a Dios solo despertó Ariana y me miro con su cara de zombi, le hice una seña de silencio y le apunté a Ian. Ella despertó de golpe ante la travesura que estábamos a punto de hacer.

Bajé corriendo las escaleras para ir a buscar un vaso.

—¿______ (Tn)? —miré hacia la Sra. Hood quien se encontraba sentada disfrutando de un café—. ¿Qué haces tan temprano despierta?

Sonreí por inercia. Amaba el tono de voz con el que me hablaba.

—Había olvidado desconectar la alarma. —dije encogiéndome de hombros para luego darle un sonoroso beso. Iba a correr nuevamente cuando su voz me llamó de nuevo.

—¿Van a desayunar? —volvió a preguntar con dulzura.

—Eh... —pensé rápidamente—. Sí, bajamos en un momento.

Entonces ella me sonrió y corrí de nuevo. Cuando llegué me metí al baño con rapidez.

—¿Por qué tardaste tanto? —me preguntó Ariana en cuanto entré.

La miré y ella estaba sentaba en el inodoro con sus codos en sus rodillas y sus manos afirmando su rostro.

—La Sra. Hood quería saber si desayunaríamos. —respondí para luego sonreír—. Ya me imagino la cara de Ian.

Llenamos el vaso con agua y caminamos de puntitas hacia la habitación. Aguantando nuestras risas, Ariana tomó su celular mientras yo seguía con el vaso de agua en la mano. Cuando ella me hizo la señal de que ya estaba grabando, me agaché en el suelo al costado de Ian.

Entonces, cuando estuve segura de que aún dormía acerqué el vaso a la mano de Ian que colgaba por el colchón.

Ian se despertó de sobresalto haciendo que con Ariana no pudiéramos evitar reírnos, ella ni siquiera podía dejar de grabar. En cuanto Ian se levantó furioso pudimos notar la mancha de orina que se formaba en las sabanas y yo, quien me estaba reponiendo del suelo, volví a caer sosteniendo mi abdomen de la risa incontrolable que me atacaba.

—¿Qué hicieron? —preguntó serio, pero nosotras no podíamos dejar de reír. En cuanto nos miró sonrió—. No es gracioso, par de tontas.

—Sí, sí que lo es. —le contradijo Ariana con dificultad.

—Qué vergüenza. —comentó mirando el desastre.

Un golpecito se escuchó en la puerta y todos nos quedamos en silencio—: ¿Están bien, chicos?

—Sí. —respondimos al unísono

Una vez listos bajamos a desayunar. La Sra. Hood tenía todo preparado cuando bajamos y se veía orgullosa de lo que había conseguido hacer. Podía notar lo mucho que se había esmerado, así que aproveché para darle otro sonoro beso en la mejilla.

—Estoy emocionado de conocer a sus amigos. —comentó Ian mirándonos con un toque de picardía.

—Hoy nos juntaremos con los chicos para que conozcan a Ian. —le expliqué a la Sra. Hood quien se encuentra curiosa.

—Estoy segura de que le agradaran. —comentó ella sonriente.

—La Sra. Hood dice que te agradarán. —le explicó Ariana a nuestro amigo.

—Sí, de eso no tengo dudas... ¿Qué dices, ______ (Tn)? —me preguntó sonriente, pero yo sabía hacia donde quería ir, así que lo miré mal—. Oh bien. ¿Y qué piensas tú, Ariana?

Ariana aprovechó que la Sra. Hood no estaba mirando y le pegó un puñetazo en el brazo. No pude evitar reírme, por lo que la Sra. Hood volvió su atención a nosotros. Podía sentir como ella me miraba, como si quisiera preguntarme algo.