Mi destino eres tú (Calum Hood&Tú)

43. "Haciendo planes"

Cuando el timbre sonó corrí por los pasillos antes de que las cosas empeoraran. Con mis cosas apretadas contra mi pecho llegué a mi casillero y ahí las dejé. En ese momento escuché la voz de Connor pasar por ahí, pero estaba tan avergonzada de mi torpeza y cansada de dar explicaciones que preferí evitarlo todo.

Me sumergí dentro de mi casillero y una vez que su voz se desvaneció salí, respiré hondo y me dirigí a la cafetería.

—¡Hey!

Me volteé alarmada rogando al señor que no fuera más de mi mala suerte, pero en vez de eso me encontré con unos amigables ojos celestes.

—Luke!

Respondí aliviada. Caminé con rapidez hacia él y lo abracé. Solo bastó eso para sentirme más relajada. Luke reía mientras lo abrazaba, seguramente pensando en qué fase de mi locura me encontraba ahora.

—¿Qué pasó? —preguntó una vez que lo solté. Torcí mi boca al recordar lo sucedido, pero el miedo a que nos encontráramos a alguien que no quería encontrar no me dejaba.

Tomé su brazo y jalé de él para que nos sumergiéramos en la cafetería. No he visto muchas veces a Connor en la cafetería y Calum y yo no estamos en los mejores términos como para que se me acerque. Además, es muy orgulloso para hacerlo.

Una vez en la cafetería fuimos atraídos por la vidriera de comida. Luke me miró con una sonrisa cómplice y placentera.

—Qué mejor que hablar... Mientras disfrutamos de la rica comida. —comenté un poco más relajada y distraída con la hermosa vista que se presentaba ante mis ojos.

—Por eso te adoro, ______ (Tn).

Caminamos con nuestras bandejas llenas de comida. Cuando estaba con Luke mi apetito aumentaba considerablemente y podía jurar que parar de comer no era una opción.

Le conté cada detalle de lo que había pasado en la clase, ya que aquí, en Australia, Luke se había convertido en mi mejor amigo, como Ariana, pero en versión hombre. Por más que sintiera cariño y amistad por el resto de los chicos... con Luke era simplemente diferente.

—Dios, ______ (Tn), eres la reina del drama ¿No? —comentó con una sonrisa burlona seguida de un leve empujoncito.

—¿Qué voy a hacer? —pregunté sin esperar respuesta para luego ocultar mi cara entre mis manos.

—No es tan malo. —me tranquiliza dejándose caer más hacia delante para quedar más cerca de mí—. Quizá eso le baste a Calum.

—¿A qué te refieres? —pregunto interesada e imitando su acción.

—No sé si te debo decir esto... —comenzó dudoso, por lo que busqué su en su rostro algún tipo de expresión que me aclarara lo que pasaba por su mente—, pero Calum está loco por ti, ______ (Tn).

—¿Qué? —pude sentir como mis mejillas comenzaban a teñirse de rosa—. Eso sería una locura. No digas tonterías.

—Claro que es una locura, pero eso no le quita lo cierto. —reconoció comiendo de sus papas fritas.

—Mejor come. De seguro tienes hambre y tu cerebro no funciona bien. —comenté intentando cambiar el tema.

—Como digas. —comentó riendo.

Comimos por unos segundos más solos, cuando una cabellera media rubia apareció ante mí vista riendo con Mike y Ashton.

—¿Por qué demoraste tanto? —le pregunté mientras me comía un rico helado de chocolate con salsa de chocolate.