Mi destino eres tú (Calum Hood&Tú)

55. "Siempre fue ella"

Con Ariana sacamos nuestro pijama, uno que mamá nos había encargado para las dos y que nos había mandado con Kiara una vez que esta se vino.

Era un enterito de canguro, con patitas, gorro y manitos, las cuales podíamos sacar si queríamos. Eran idénticos, solo que el de ella era calipso con blanco y el mío era rosado con blanco. Recuerdo haber molestado tanto a mamá para que nos hiciera ese favor que se terminó aburriendo y haciéndolo.

Nos vestimos en el baño debido a que era la única habitación que tenía seguro. Una vez que terminamos le dije a Ariana que iría a mi cuarto a buscar mi secador de pelo, ella asintió y yo subí.

Mientras caminaba por las escaleras empecé a sentir una sensación de satisfacción. Puede que con Calum no hubiéramos empezado de la mejor manera y puede que en este último tiempo hubiéramos tenido más problemas de los esperados, pero sentía que todo estaba resuelto.

Dentro de mí intentaba reprimir la sensación de que estábamos mucho más cerca que antes y, a veces, mi parte más egoísta me hacía sentir como si tuviéramos una relación diferente a la de... amigos.

Cuando abrí la puerta de mi habitación la sonrisa se me congeló al igual que mi cuerpo. Quería salir corriendo del lugar, pero no podía. Las lágrimas se acumularon en mis ojos y sentí algo dentro de mí crujir.

Calum y Kiara se estaban besando en mi cama. Se estaban besando de la manera en la que yo nunca podría hacerlo. Kiara era todo lo que Calum quería. Yo era simplemente su mejor amiga.

—Mierda.

La voz de Calum me hizo despertar y, como si fuera una especie de señal, salí corriendo escaleras abajo.

—¿_______ (Tn)?

La voz de Ariana fue la única que escuché, pero tampoco esperé.

Corrí hacia la puerta mientras mis lágrimas inundaban mi estúpido rostro. Todo lo que podía sentir era dolor, no me importaba que tan lejos estuviera de la casa, solo quería perderme y que nadie me encontrara jamás.

Me sentía tonta y débil, y aunque no fuera algo nuevo en mí, esta vez era diferente. ¿Cómo pudieron invadir mi espacio para revolcarse juntos? Bueno, está bien, si fuera otra la situación probablemente sería asqueroso, pero cuando involucraba al chico de tus sueños y tu hermana era algo... mucho más pesado.

Era como mil puñaladas en tu pecho, pero sin sentir dolor. Era como ser vencida. Saber que no tienes por qué pelear, porque ya has perdido. Era estar cayendo al vacío sin voluntad para intentar recuperarte.

Me senté debajo de un árbol, estaba agotada, mi cuerpo nunca fue bueno para este tipo de cosas. Mi corazón estaba descontrolado y mis lagrimas salían por sí solas, sin mi consentimiento. ¿Qué me quedaba por hacer? ¿Fingir como si nada hubiese pasado? ¿O al fin desligarme de esta maldita mentira?

Narra Calum.

¡Mierda, mierda, mierda! ¿Cómo no fui capaz de darme cuenta de lo que estaba haciendo? Me siento como un maldito imbécil. ¿Cómo pude ser tan inconsciente? ¡Dios, estábamos en su habitación!

—¡Calum! —gritó Kiara cuando estaba a punto de salir de la habitación y correr tras _______ (Tn).

—¿Qué? —pregunté cabreado, necesitaba alcanzarla y Kiara me estaba quitando valioso tiempo.

—¿Qué vas a hacer?

Su rostro se mostraba apacible. La rabia se estaba apoderando de mí ¿Acaso no era obvio?

—Voy a ir a buscarla. —dije decidido. Estaba a punto de salir en su búsqueda cuando ella me hablo de nuevo.

—¿Por qué?