49. "Que Dios te acompañe, Calum"

3.9K 264 64
                                    

Narra Ariana.

Caminé rápidamente por los pasillos del instituto y, aunque no quisiera reconocerlo, lo andaba buscando a él.

Mientras más buscaba más me atormentaba saber que había pasado la otra noche ¿Acaso se habían reconciliado? ¿Se habían ido? ¿Luke se alejaría de mí? Muchas preguntas e ideas se avecinaban en mi cabeza, ideas que no quería tener.

No es como si me hubiera molestara la idea de que ellos dos hubieran arreglados sus problemas, digo, no tenía derecho a estar molesta. Tampoco es como si hubiera alguna señal de que no me imaginaba cosas y que con Luke si tuviéramos algo. Lo que sea que hubiera sucedido, no estaría molesta, pero quería saberlo.

Cuando divisé aquella cabellera rubia no pensé, solo actué. Corrí hacia él y cuando estuve a centímetros de él me detuve ¿Qué estaba haciendo? ¿Qué le diría? Decidida a rendirme me di la media vuelta, pero antes de que tuviera la oportunidad de seguir una de las lecciones de mi mejor amiga, su voz me detuvo.

—Hey. —me saludó sonriente, pero sin el mismo ánimo de siempre.

—Hola. —le correspondí, pero sin la intención de fingir una sonrisa.

Él no estaba bien. Sus ojos tenían unas ojeras que cubrían gran parte de su rostro, se notaban cansados y rojos, para que hablar de sus labios resecos y la palidez de su cara.

—¿Estás bien?

No era como si hubiera planeado hacer esa pregunta, pero supongo que mi subconsciente, al verlo así, no tuvo otra opción.

—¿Yo? —me preguntó sorprendido a lo que asentí—. Estoy bien, Ariana.

Asentí sin querer presionar más. Normalmente no era de las personas que insistían hasta conseguir algo, al menos no cuando se trataba de sentimientos y asuntos personales.

Él no se movió, pero tampoco me miró. Por primera vez comenzaba a sentir que algo no cuadraba entre nosotros, como si toda la naturalidad que solíamos tener ya no estuviera allí.

—Si pasó algo puedes contarme, sabes que puedes.

No quise sonar insistente, pero ya me estaba preocupando. Mi frase sonó más como suplica que como un intento de ayuda.

Luke seguía mirándome como si no entendiera a lo que me refería, así que me adelanté y continué.

—Te mandé un mensaje anoche para saber si todo estaba bien, pero jamás respondiste.

—Estaba ocupado. —respondió finalmente restándole importancia.

Luego de su respuesta entendí que no quería hablar conmigo y que no sería yo la que insistiría. Él se podría acercar a mí cuando se sintiera listo. Quizá ni siquiera teníamos la amistad que pensábamos tener como para que me contara sus problemas.

—Está bien, lo siento. —susurré dispuesta a marcharme, pero su brazo me lo impidió.

—Yo lo siento...

Su voz sonaba extraña, quebrada y entrecortada. Miré sus ojos y esta vez me transmitían algo, pero todavía no podía descifrar qué.

—¿Estás bien, Luke? —pregunté acercándome a él.

—No, Ariana, no lo estoy. —respondió dando un paso hacia atrás impidiendo que me acercara más.

—¿Podrías decirme que anda mal? Sabes que solo quiero ayudarte.

—Y eso lo hace todo más...

No terminó su frase, solo la dejó en el aire y me continuó mirando. No sabía qué hacer, porque, aunque estuviéramos los dos, parecía que solo hablara consigo mismo y yo no lograba comprenderlo.

Mi destino eres tú (Calum Hood&Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora