Mi destino eres tú (Calum Hood&Tú)

64. "¿Que clase de aminovia fui?"

Hace dos días que no sabía nada sobre Calum. Hace dos días que no hablaba con Calum. Hace dos días que no lo veía y dudaba mucho que lo volviera a ver.

—Hola.

Miré hacia la entrada de la habitación que me había acogido por seis meses, tal como lo había hecho los dos últimos días esperando que entrara Calum dispuesto a conversar e intentar mejorar las cosas.

El rostro de la señora Hood se notaba apenado. No había sido capaz de decirle lo que había pasado con Calum por miedo a llorar en el intento. No quería que sintiera pena de mí o que pensara que eso intentaba hacer. Tal como Calum pensaba.

—¿Estás segura de que estás bien? —me preguntó entrando a la habitación—. Te he notado diferente los últimos días.

No quise mirarla, aunque sabía que ella estaba mirándome, porque el solo pensamiento de él y lo que había pasado... me dolía.

Ariana trataba de animarme, pero ¿A quién queríamos engañar? Ella estaba en las mismas condiciones que yo. El mismo día que Calum me dejó tirada a mi suerte, se encargó de que todos los chicos supieran que éramos, según él, unas mentirosas y manipuladoras.

Claramente, nadie lo tomó bien.

Recuerdo cuando busqué a Ariana para contárselo antes de que Luke la sorprendiera, o cualquiera. No quería que escuchara las mismas cosas hirientes que Calum me había dicho.

—¿Qué te pasó? —me había preguntado cuando la encontré.

Mi ropa estaba empapada por la lluvia, pero mi cuerpo no sentía nada.

En el momento en el que su mirada había encontrado mis ojos yo me había puesto a llorar. No sabía qué hacer y todo el peso recaía en mí como la mentirosa que Calum creía que era.

La ausencia de mamá comenzaba a notarse en momentos así. Mamá, en tono de broma, me había dicho que en algún momento la necesitaría y que la extrañaría demasiado. Yo estaba tan emocionada con el viaje que pensé que eso jamás pasaría. Pero en ese momento anhelaba que sus brazos me acobijaran.

—¿_______ (Tn)? —había vuelto a insistir mi amiga.

—Terminó conmigo. Él me dejó y estoy segura de que para siempre. —le había respondido debido a sus insistentes ojos.

—¿Calum? —me había preguntado haciendo que yo asintiera—. Eso es imposible. Él jamás te dejaría.

—No lo entiendes... —le había dicho mientras negaba con la cabeza—. Calum lo sabe. Sabe que somos fans. Cree... cosas horribles de mí.

Sollocé al final mirándola y viendo cómo ella comenzaba a comprender todo.

—Ven, vámonos de aquí.

Luego de eso nos habíamos ido del instituto.

—Estoy bien, en serio. —le mentí descaradamente a la señora Hood cuando volví al presente—. No pasa nada, solo estoy ordenando mis cosas. En poco tendré que irme.

La señora Hood asintió sin estar convencida, pero no volvió a decir más. Salió del lugar dejándome sola. Ahora Calum podría decir que sí era una mentirosa.

—Hola.

El español de su saludo me hizo desear estar en Chile y que nada de eso hubiera pasado.

—Ariana. —correspondí su saludo—. Pasa.

Ella caminó hacia donde yo me encontraba en la cama. Sin decir nada se sentó al lado mío y se recostó dándome la espalda. Podía sentir su tristeza y me aterraba no saber qué estaba sintiendo.