34. "Una canción, una conexión"

4.6K 272 71
                                    

Narra ______ (Tn).

Al momento de la salida no había señales de Ariana por ninguna parte, así que decidí enviarle un mensaje.

-"No sé dónde estás, ni con quien estás, pero juro que te buscaré, te encontraré y te mataré."

Reí ante mi ocurrencia. Había visto esa película hace tiempo y siempre que la veía me imaginaba a Ariana y a mí.

-"Estoy con Luke, no te preocupes."

Mis ojos se abrieron de la impresión y sonreí de inmediato. Sabía que entre ellos dos había sentimientos que ninguno de ellos podía explicar, pero jamás pensé que dejarían de ser tan estúpidos y se darían cuenta de lo que sienten. Me alegraba por ellos.

-"Genial... Simplemente genial. Bueno, entonces me voy a ir a casa. Recuerda que tengo que pasar a buscar a Kiara al aeropuerto. Te quiero, besos."

Guardé el celular en mi bolsillo y caminé hacia el paradero. Me senté a esperar el autobús. A pesar de estar en otro país, todo parecía muy normal, olvidando la playa, claro. Las playas de Chile eran algo... diferentes.

Bueno, el agua de Chile es increíblemente helada, aunque no es tanto hacia el norte. La arena es oscura, muy oscura y pues no la gente no es muy limpia.

Entonces mientras mi mente divagaba entre todas las diferencias que podía encontrar, unas manos se posaron en mis ojos.

—Calum.

Lo sabía, porque en cuanto sus manos se acercaron a mi rostro pude sentir su olor. No importaba lo raro que eso sonaba, pero podía diferenciar a Calum donde fuese solo por su olor. No estaba segura si era su perfume o una mezcla rara entre eso y su sudor, pero no era malo.

—¿Vas apurada? —me preguntó cuando dejó mi visión libre y nuestros ojos se encontraron—. No me esperaste en la salida.

—Lo siento, lo había olvidado. —reconocí.

—¿Me habías olvidado? —me preguntó haciendo un gesto de dolor.

—No. —aclaré de inmediato para luego decir en un tono más burlón—. Había olvidado que ya no eres ese Calum mal humorado que se encargaba de atormentarme con su mirada.

Recordar esos días me ponían triste. Me dolía admitir que su mirada de desaprobación solía afectarme tanto.

Sonrió y luego me miro serio—. Lo siento, jamás debí ser así contigo.

—Oh, no te preocupes, ya pasó. —lo tranquilicé restándole importancia—. Además, no puedo caerle bien a todo el mundo.

Lo último era cierto. Mamá siempre usaba la frase de "no eres monedita de oro". Así desde pequeña me había enseñado que, no importaba las decisiones que tomara o cómo actuara, siempre habría alguien a quien no le agradaría, así que solo debía agradarme a mí misma.

A veces eso no suele ser tan fácil como suena.

—Es imposible que no le caigas bien a todo el mundo con esa sonrisa encantadora, fresita. —debatió haciendo que me sonrojara.

Bien hecho, Hood.

Una vez en casa le pedí que me esperara para ir a cambiarme. Cepillé un poco mi cabello y bajé a la cocina.

—Pensé que lo primero que harías era venir para estar junto a mí, después de estar tortuosos minutos sin mí. —habló una vez me vio.

Solté una carcajada al oír el tono de voz que utilizó. Jamás podría aburrirme de este Calum que estaba empezando a conocer.

Mi destino eres tú (Calum Hood&Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora