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𝐂 𝐀 𝐏 𝐈́ 𝐓 𝐔 𝐋 𝐎 𝟎𝟐
"𝗞𝗜𝗡𝗚𝗦 𝗖𝗥𝗢𝗦𝗦"

Después de haber ido al callejón Diagon con Dumbledore, y comprar todos los materiales y su nueva varita «Madera de abeto, núcleo de cola de unicornio 28 centímetros y gran flexibilidad», no le quedó más que esperar a que el 1 de septiembre llegara

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Después de haber ido al callejón Diagon con Dumbledore, y comprar todos los materiales y su nueva varita «Madera de abeto, núcleo de cola de unicornio 28 centímetros y gran flexibilidad», no le quedó más que esperar a que el 1 de septiembre llegara.

Sus últimos días en el orfanato, fueron un poco abrumadores, dado a que todos lo niños y niñas no paraban de hacer preguntas sobre el colegio al que asistiría, así mismo ella trató de evitar contestar.

Cuando el 1 de septiembre llegó, Neferet no podía estar más emocionada, tanto que se levantó demasiado temprano, una de las encargadas del orfanato la llevó a Kings Cross y la dejó en el andén 9 y se retiró.

Cuando Neferet se situó entre el andén 9 y 10, una mujer pelirroja que dirigía a cuatro muchachos, todos con pelo de llameante color rojo. Cada uno empujaba un baúl, y llevaban una lechuza.

-Y ahora, ¿cuál es el número del andén? -preguntó la madre.

-¡Nueve y tres cuartos! -dijo la voz aguda de una niña, también pelirroja, que iba de la mano de la madre- Mamá, ¿no puedo ir...?

-No tienes edad suficiente, Ginny Ahora estáte quieta. Muy bien, Percy, tú primero.

El que parecía el mayor de los chicos se dirigió hacia los andenes nueve y diez. Neferet observaba, procurando no perderse nada. Pero justo cuando el muchacho llegó a la división de los dos andenes, una larga caravana de turistas pasó frente a él y, cuando se alejaron, el muchacho había desaparecido, justo como lo dijo Dumbledore.

-Fred, eres el siguiente -dijo la mujer regordeta.

-No soy Fred, soy George -dijo el muchacho- ¿De veras, mujer, puedes llamarte nuestra madre? ¿No te das cuenta de que yo soy George?

-Lo siento, George, cariño.

-Estaba bromeando, soy Fred -dijo el muchacho, y se alejó. Su hermano gemelo fue tras él: el tercer hermano iba rápidamente hacia la taquilla y luego, súbitamente, no estaba en ninguna parte.

No había nadie más.

«Increible» Pensó Neferet.

Luego un niño con el cabello azabache y unas gafas redondas se hacerco a la mujer pelirroja.

-Discúlpeme -dijo en niño a la mujer pelirroja.

-Hola, querido -dijo- Primer año en Hogwarts, ¿no? Ron también es nuevo.

Señaló al último y menor de sus hijos varones. Era alto, flacucho y pecoso, con manos y pies grandes y una larga nariz.

-Sí -dijo el niño- Lo que pasa es que... es que no se cómo...

-¿Como entrar en el andén? -preguntó bondadosamente, y el niño asintió
con la cabeza.

-No te preocupes -dijo- Lo único que tienes que hacer es andar recto hacia la barrera que está entre los dos andenes. No te detengas y no tengas miedo de chocar, eso es muy importante. Lo mejor es ir deprisa, si estás nervioso. Ve ahora, ve antes que Ron.

-Hum... De acuerdo -dijo el niño.

Entonces igual que los chicos pelirrojos, el niño de lentes atravesó la barrera, momentos después lo hizo el otro niño pelirrojo junto con su madre y la niña pelirroja.

Neferet comenzó a correr junto con su baúl hacia la barrera, cerro los ojos pensando que no lo lograría y espero el choque, pero no llegó. Siguió rodando. Abrió los ojos.

Una locomotora de vapor, de color escarlata, esperaba en el andén lleno de gente. Un rótulo decía: «Expreso de Hogwarts, 11 h». Neferet miró hacia atrás y vio una arcada de hierro donde debía estar la taquilla, con las palabras:

«Andén Nueve y Tres Cuartos».

Subió al tren arrastrando el baúl, estubo buscando un compartimiento vacío durante casi una hora, pero todo estaba lleno, hasta que llegó a un compartimento donde estaba el mismo niño de lentes y el niño pelirrojo.

-Hola, el tren está lleno, ¿le molesta si me siento con ustedes?

-No, siéntate -Neferet se sentó junto al niño de lentes.

-Soy Ron Weasley -dijo el niño pelirrojo después de unos minutos en los que nadie habló.

-Neferet Ryddle -les sonrió a los dos niños y observó al de lentes, esperando a que se presentara.

-Harry, Harry Potter -dijo.

Ubo un minuto de silencio en el que nadie dijo nada hasta que Ron preguntó.

-Y ¿en qué casa quieres quedar? -le preguntó Ron.

-Pues leí un poco y creo que me gustaría Gryffindor -dijo Neferet.

-Hace rato vino una niña mandona que dijo que quería ir a Gryffindor -dijo Ron- espero que este en otra casa.

Harry y Neferet rieron.

-¿Y tú Harry? -le preguntó Neferet a Harry.

-Pues creo que cualquier casa estaría bien.

-Menos Slytherin -le recordó Ron.

Neferet se encontró con la mirada de Harry y observó sus ojos, eran de un color verde esmeralda brillante, muy hermoso a su parecer, volteó a ver Harry mientras con una sonrisa le decía:

-Me gustan tus ojos.








Isa
26/12/21

𝐏𝐑𝐄𝐓𝐓𝐘 𝐄𝐘𝐄𝐒Where stories live. Discover now