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Neferet había recibido una carta de Cedric invitandola a los mundiales de Quidditch, ella había aceptado, pues el año anterior no había pasado mucho tiempo con él y quería conocer a sus padres. Le había escrito a Daphne avisandole que iría con Cedric y a ella le pareció bien.
Se encontraba en la casa de los Diggory cenando, pues al siguiente día temprano irían a los mundiales.
—Cedric me dijo que quieres entrar al equipo de quidditch —hablo Amos Diggory.
—Si, planeo volver a hacer las pruebas este año.
—Tendrás que esperar al año siguiente, este año no se va a poder.
—¿Porqué? —preguntó Nefe.
—No lo intentes —entro Cedric en la conversación— Estuve intentando casi todo el verano que hablara, no me lo piensa decir.
—Es para que sea una sorpresa —Esta vez hablo la madre de Cedric.
Al siguiente día se levantaron muy, pero muy temprano, tanto que Cedric le tuvo que echar agua a Nefe en la cara para que despertara, salieron de la casa y el padre de Cedric dijo que buscarían el traslador, aunque Neferet no tenía idea de que era eso.
Después de haber caminado por horas habían encontrado el traslador entonces Amos el padre de Cedric gritó:
—¡Aquí, Arthur! Aquí, hijo, ya lo tenemos.
Neferet y Cedric voltearon y vieron a los Weasley con Harry y Hermione.
—Lo siento, no sabía que iban a venir con nosotros —le dijo Cedric a Neferet.
—No te preocupes.
—¡Amos! —dijo sonriendo el señor Weasley mientras se dirigía a zancadas. Los demás lo siguieron.
El señor Weasley le dio la mano a Amos.
—Él es Amos Diggory —anunció el señor Weasley— Trabaja para el Departamento de Regulación y Control de las Criaturas Mágicas. Y creo que ya conocen a su hijo Cedric y a... —El señor Weasley se quedó callado cuando vio a Neferet.
—Ella es Neferet, es amiga de Cedric —dijo Amos.
—Hola —saludaron Cedric y Neferet.
—¿Fue una muy larga la caminata, Arthur? —preguntó Amos.
—No demasiado —respondió el señor Weasley quitando su vista de Neferet— Vivimos justo al otro lado de ese pueblo. ¿Y ustedes?
—Tuvimos que levantarnos a las dos, ¿verdad, chicos? ¡Qué felicidad cuando Cedric tenga por fin el carné de aparición! Pero, bueno, no nos podemos quejar. No nos perderíamos los Mundiales de quidditch ni por un saco de galeones... que es lo que nos han costado las entradas, más o menos. Aunque, en fin, no me ha salido tan caro como a otros...
