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Efectivamente como Neferet lo dijo, Irlanda ganó, pero Krum atrapó la snitch, con diez galeones más en su bolsa Neferet se encontraba hablando con Cedric sobre el partido en la tienda.
—Pero ¿por qué atrapo la snitch si iban perdiendo? —preguntaba Neferet.
—Esta claro. Los cazadores de Irlanda son muy buenos, Bulgaria nunca podría alcanzarlos, era prolongar un partido que estaba decidido desde el principio.
—Chicos es hora de dormir —indicó Amos.
No obstante, ninguno de los dos tiene muchas ganas de hacerlo, era muy pronto y querían seguir hablando del partido y de las jugadas más destacadas.
—Cuando estemos en Hogwarts quiero probar el Amago de Wronski, el que hizo Krum en el partido —dice Nefe muy convencida— creo que con mi nimbus 2001 podré hacerlo o intentarlo.
—Mientras no acabes de la misma forma que el buscador de Irlanda —ambos rieron a carcajadas recordando que por intentar seguir a Krum, el buscador de Irlanda termino estampado en el suelo quedando inconsciente unos minutos.
De este modo estando un largo rato, hasta que ambos se quedaron dormidos uno encima del otro.
—¡Levantence! —unos gritos los despertaron— ¡Cedric, Neferet, levantence! —era el padre de Cedric, vestido aún con su pijama pero con unos pantalones vaqueros encima.
Los dos se incorporaron de la cama asustados, pues no sabían que estaba pasando y la actitud del padre de Cedric los ponía nerviosos.
—Pero ¿qué pasa, papá? —preguntaba Cedric aún medio dormido.
—¡Ponanse algo y salgan! —decía Amos muy alterado.
Inmediatamente ambos chicos se colocaron una chaqueta encima y salieron de la tienda. Cuando salen de la tienda Neferet observa a su alrededor, la gente huía hacia el bosque como si estuviera huyendo de algo. En la dirección opuesta en la que corren hay extraños destellos de luz y ruidos parecidos a disparos, además d de eso se escuchaban, abucheos escandalosos, carcajadas estridentes y gritos de borrachos.
—¿Que está pasando? —pregunta Neferet aún sin entender nada.
—Mortifagos —dice el padre de Cedric con la midara llena de preocupación por lo que esta pasando.
A través del campo marchaba una multitud de magos, que iban muy apretados y se movían todos juntos apuntando hacia arriba con las varitas. Parecía que no tuvieran rostro, pero luego comprendió que iban tapados con capuchas y máscaras. Por encima de ellos, en lo alto, flotando en medio del aire, había cuatro figuras que se debatían y contorsionaban adoptando formas grotescas. Era como si los magos enmascarados que iban por el campo fueran titiriteros y los que flotaban en el aire fueran sus marionetas, manejadas mediante hilos invisibles que surgían de las varitas.
