𝟣𝟨.

1.9K 219 19
                                    

𝐂 𝐀 𝐏 𝐈́ 𝐓 𝐔 𝐋 𝐎  𝟏𝟔
"𝗜𝗡𝗩𝗘𝗦𝗧𝗜𝗚𝗔𝗖𝗜𝗢́𝗡 "

Cuando llegaron al despacho de Dumbledore, Neferet se sentó en frente del escritorio, la rubia se dio vuelta para mirar a Harry, este miraba al fenix de Dumbledore, verdaderamente el fenix era dignó de admirar cuando estaba en su mejor momento per...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Cuando llegaron al despacho de Dumbledore, Neferet se sentó en frente del escritorio, la rubia se dio vuelta para mirar a Harry, este miraba al fenix de Dumbledore, verdaderamente el fenix era dignó de admirar cuando estaba en su mejor momento pero ahora tenia un aspecto enfermizo.

El Fenix comenzo a arder y Harry busco la mirada de Nefe en busca de ayuda, pero la ella admiraba muy tranquilamente al pajaro de Dumbledore.

El fenix, mientras tanto, se había convertido en una bola de fuego; emitió un fuerte chillido, y un instante después no quedaba de él más que un montoncito humeante de cenizas en el suelo.

La puerta del despacho se abrió. Entró Dumbledore, con aspecto sombrío.

—Profesor -dijo Harry nervioso— su pájaro..., no pude hacer nada...,  acaba de arder...

Para sorpresa de Harry, Dumbledore compartio una sonrisa con su amiga.

—Ya era hora —dijo— Hace días que tenía un aspecto horroroso. Yo le decía que se diera prisa —se rió de la cara atónita que ponía Harry— Fawkes es un fénix, Harry. Los fénix se prenden fuego cuando les llega el momento de morir, y luego renacen de sus cenizas. Mira...

Ambos dirigieron la vista hacia la percha a tiempo de ver un pollito diminuto y arrugado que asomaba la cabeza por entre las cenizas.

—Es una pena que lo hayas tenido que ver el día en que ha ardido —dijo Dumbledore, sentándose detrás del escritorio— La mayor parte del tiempo es realmente precioso, con sus plumas rojas y doradas. Fascinantes criaturas, los fénix. Pueden transportar cargas muy pesadas, sus lágrimas tienen poderes curativos y son mascotas muy fieles.

—La verdad que si profesor —dijo Nefe sentandose también donde antes estaba.

Antes de que el director pudiera decir una palabra, la puerta se abrió de improviso e irrumpió Hagrid en el despacho con expresión desesperada, el pasamontañas mal colocado sobre su pelo negro, y el gallo muerto sujeto aún en una mano.

—... No pueden ser ellos, lo juraré ante el ministro de Magia si es necesario...

—Hagrid, yo...

—Usted se confunde de chicos, yo sé que ni Harry ni Nefe nunca...

—¡Hagrid! —dijo Dumbledore con voz potente– Yo no creo que ellos atacaran a esas personas.

—¿Ah, no? Bueno, en ese caso esperaré fuera, señor director.

—¿Usted no cree que fuimos nosotros profesor? —repitio Harry esperanzado.

—No, Harry —dijo Dumbledore, aunque su rostro volvía a ensombrecerse— Quiero preguntarte, Harry, si hay algo que te gustaría contarme —dijo con amabilidad— Lo que sea.

𝐏𝐑𝐄𝐓𝐓𝐘 𝐄𝐘𝐄𝐒Where stories live. Discover now