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Neferet camina por los pasillos cuando encontró a Harry. Parecía distraído, decidió acercarse, era el momento invitarlo al baile.
—¡Harry! —Harry volteo a ver a la rubia— ¿A dónde vas?
—Iba a buscar a Ron —respondió confundido— ¿Porqué?
—¿Podrías posponerlo? —preguntó, Harry titubeó.
—Supongo que si —respondió Harry—¿Nesecitas ayuda?
—No exactamente, sígueme —Nefe tomo la mano de Harry y lo comenzó a guiar por el castillo.
Ambos chicos llegaron a la torre de Astronomía, a Nefe le encantaba ir ahí y era el lugar indicado para invitar al chico. Cuando llegaron ambos se recargaron sobre el barandal, se sumieron en un silencio hasta que Harry lo rompió.
—¿Y que es lo que necesitas? —preguntó volteando a ver a la rubia.
Nefe le devolvió la mirada y comenzó a hablar pero se percato de que el chico parecía no ponerle atención y estaba perdido en su mente.
—¡Harry! —lo llamo esta vez tomándolo por los hombros— te perdiste en tus pensamientos, parecías ido.
—Ah, si perdón —se disculpo, pero el chico sintió su corazón latir por la cercanía y recordó una conversación con Hermione— ¿Tus ojos siempre han tenido ese brillo?
—Si —respondo con una sonrisa— ¿Te gustan?
—Si —respondió sin titubear y con su mirada mirada ellos.
En ese momento a Neferet le entraron los verdaderos nervios, tenía que aprovechar que no tenía a Ron pegado como chicle, y que no tenía al montón de chicas de tras de él.
—Mira... es que... bueno... lo que... —decía la chica titubeando.
—Nefe ve al grano —la corto Harry, divertido por los nervios ee la chica, ya se imaginaba que le iba a decir.
—Okey, como tu no tienes pareja y yo tampoco tengo, estaba pensando que podríamos ir juntos –dijo evitando su mirada— ¿No tienes pareja verdad?
La chica era un manojo de nervios, que tal que Harry ya había conseguido pareja y llegaba ella a hacer el ridículo, sin embargo la respuesta del chico la sorprendió.
—No, no tengo pareja Nefe, y me encantaría ir contigo.
«¿Tan fácil era? Y hice tanto drama por nada» pensó la chica.
—¡Perfecto! Mmm, entonces ¿nos vemos en el baile? —Preguntó con una enorme sonrisa.
—Si, oye yo tengo que abrir el baile ¿no te molesta verdad? —preguntó el chico igual con una sonrisa.
