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❛⿻۬˖̥ ͭ; Buenas, Noemys ♡⃕ ᨳˎˊ˗

Mi padre fue el primero en levantarse de la mesa, después de haber comido el pastel de arroz que trajo el chico de tez pálida.

Cuando él se alejó y salió del comedor, fue cuando empecé a sentirme acosada con mis hermanos. Yoongi había ido al baño y estaba sola con ellos.

—  Eres estúpida, conseguirás que el becado termine como Sanghyun. ¿Tan complicado es para tu cerebro entender que no puedes acercarte a él? – comentó Ari, llena de rencor.

No entiendo su odio hacia las personas con pocos recursos o que se ganan la vida con esfuerzo. Ella no sabe lo que es eso.

Tan complicado es de entender que me importa tres aceitunas lo que digas. – intentaba mantenerme impasible.

No sólo nos jode su presencia, nos preocupamos por ti, Rubí.

No pude aguantarme la risa sarcástica. Me levanté de la mesa bruscamente y les señale con el dedo incide.

Vosotros me habéis jodido la vida, Sanghyun estaría vivo, si vosotros no os hubierais metido. Por favor, déjame en paz.

Dicho eso, salí del comedor en busca del chico. Lo vi en el pasillo, observando el enorme retrato familiar de hace diez años. En ese entonces, todos éramos felices.

Antes todo parecía más fácil... – Comenté.

El chico reparó en mí, le hice un gesto para que me siguiera. Los dos subimos escaleras arriba y entramos en mi habitación. Le señalé la cama para que tomará asiento, mientras él se acomodaba en mi cama, yo rebuscada en mi Macbook.

¿Qué estás buscando? – Preguntó con curiosidad.

Tu atuendo de esta noche. Debemos ir de compras – me giré para verle mejor, el chico arrugó su nariz en desaprobación – si, hace falta ir de compras.

No es necesario comprar nada...

Pago yo, no te preocupes. También debo ir a recoger un par de cosas para esta noche. ¿Quieres cambiarte o irás con el uniforme?

Ahora mismo siento que eres mi Sugar Mommy.

No pude evitar sonreír ante tal apodo. Me adentre en mi vestidor y me cambié de atuendo. Seguramente me encontraré con las chicas en las tiendas caras. Así que, debía llevar un atuendo adecuado. Constaba de una falda corta, diría que bastante corta. Pero así son los estándares de belleza aquí, adoran las faldas ultra cortas y las piernas largas. Me puse una camiseta blanca, que hacía juego con la falda gris y negra a cuadros y unos zapatos altos.

Salí del vestidor, viendo al chico cotillear toda mi habitación. Se centró en mí y me observó de arriba abajo.

Tu estilo es muy de Sugar Mommy. – se atrevió a decir cruzando sus brazos y sonriendo de forma traviesa.

Obvio, lleva mi bolso. No me gusta llevarlos, pero si que alguien me los lleve.

Claro, a sus órdenes, Mommy. – Su tono de voz era superior a mi. No sabía cómo podría atraerme tanto con decir una simple frase.

Le pasé mi bolso negro, mientras rodaba los ojos. Admito que me gusto el apodo, y más escucharlo de su boca.

Salimos de mi habitación en cuanto arreglé mi maquillaje y pelo. En la sala me encontré de lleno con mi padre e Izan, los dos nos miraron. A mi padre le hizo gracia ver al pelinegro con mi bolso colgando de su cuello, por si sonrisa divertida. Sin embargo, mi hermano se cruza al instante de brazos.

𝙱𝚕𝚘𝚘𝚍 𝙽𝚒𝚐𝚑𝚝 » 𝙼.𝚈𝙶 Where stories live. Discover now