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La mañana comenzó muy pronto, a las nueve ya estábamos todos arriba y preparándonos para estar listos a las once en el Goya. Nos toca presentarnos en el escenario para recoger nuestros títulos de graduados y aguantar el sermón que darán los profesores. Además del homenaje que le harán a Jaebong, a Georgina y a Sanghyun, que se graduación este año, con nosotros y evidentemente no podrán hacerlo.

No me sentía del todo bien, me preocupaba lo que sucedería hoy. El ambiente está tranquilo desde lo que pasó con Taehyung, H esta demasiado tranquilo y eso me inquieta.

Yoongi seguía en el baño, se estaba duchando y yo llevo un largo rato esperando, para empezar a maquillarme. Terminó mi paciencia, entré en el baño aunque estuviera el. Al ver que no le importó, empecé a lavarme la cara, justo después de atar mi cabello.

¿Rubí me pasas una toalla? se me olvidó agarrar una.

Suspire mientras cerraba el grifo y agarraba la toalla, me acerqué al plato de ducha con intención de dársela sin mirar. Pero no fue así, el chico agarró mi brazo y tiró de mí hacia dentro de esta. Suerte que el agua estaba caliente, si no se llevaba una buena regañina por tal acto. Y lástima que sus labios reprimieran cualquier tipo de enfado por mi parte.

En cuestión de segundos, mi pijama había desaparecido y ya estaba totalmente empapada. Yoongi es un travieso y siempre consigue lo que quiere. Después de una buena ducha, con la que no contaba, ambos empezamos a prepararnos. Ya tenía hasta el vestido puesto, mientras que él seguía sin camiseta por la habitación hablando por teléfono.

A este paso no llegaremos a la graduación. Terminé de maquillarme para la ocasión, cuando él se acaba de poner la camisa y se peleaba con la corbata.

¿Yoonie, necesitas ayuda? –Pregunté aguantando la risa al ver su puchero de frustración.

Era adorable ver como fijaba su vista en la corbata y abultaba sus labios.

Si, por favor Ruru…

Sonreí viendo su desesperación. Me acerqué a él y comencé a acomodar su corbata, con su atenta mirada. Cuando terminé, le di un pequeño beso en la nariz y salimos de mi habitación. En la cocina nos encontramos con el resto. Mi padre iba con su traje gris, la señora Ahn llevaba un vestido color beige. Me sorprendió ver a Ari hablando con Izan sin peleas o gritos.

Creo que los Min, nos han cambiado a todos y eso me hace sentir bien. Los Min nos habían vuelto a traer un hogar a casa, como cuando mi madre y mi hermano pequeño estaban aquí.

Desayunamos todos juntos, algo que no hacíamos desde hace tiempo. Y salimos de casa a toda prisa, porque llegábamos tarde. Fui en mi coche, junto a los Min. Mi padre iba en su coche con Ari e Izan. Yoongi insistió en que fuera con mi padre, pero yo tenía claro que debía dejar que mis hermanos hablaran con mi padre. Los tres lo necesitaban y yo ahí sobraba.

Estaba súper nerviosa, al llegar allí, me quedé enganchada al brazo de Yoongi. No me despegaba de él, bajo ningún concepto. Nuestros padres ya se acomodaron en los asientos de la sala de actos del Goya. Nosotros tendríamos que subir al escenario cuando dijeran nuestro nombre.

Mi pierna temblaba de los nervios que sentía. Deseaba salir de una vez y poder irme, pero no sería así. Después de la larga ceremonia, estaríamos obligados a asistir a la comida benéfica del Goya, que aproximadamente eran otras tres horas de comida y charlas. Y por último, el gran baile. Ese ridículo baile donde todos los alumnos terminan borrachos y donde eligen a la pareja de la promoción. Es ridículo.

𝙱𝚕𝚘𝚘𝚍 𝙽𝚒𝚐𝚑𝚝 » 𝙼.𝚈𝙶 Where stories live. Discover now