𝙱𝚕𝚘𝚘𝚍 𝙽𝚒𝚐𝚑𝚝 » 𝙼.𝚈𝙶

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Deje el coche aparcado, pero con las puertas aun con seguro. Los dos chicos me miraron confundidos al intentar salir del coche. 

— ¿Por qué no abre la puerta? –Preguntó el inocente de mi hermano. 

— Debo hablar con vosotros dos. –Me quite el cinturón y me giré, para poder mirar a ambos chicos. – Primero me centraré en ti. 

Izan se puso nervioso al sentir mi mirada sobre él. 

— ¿Yo? ¿Qué quieres hablar? 

— De lo de anoche. ¿Por qué estabas allí y porque necesitabas ayuda? 

— Ni yo lo sé, solo recibí un mensaje para que fuera a esa fiesta… Pero mientras estaba pasando entre la gente, reconocí una voz que me asustó, me susurró "Debes morir, sangre azul" y lo peor es que no se quien era. 

— Necesito que recuerdes de qué conocías esa voz. 

— Sé de dónde, pero no sé de quién. La escuché el día que me dieron un golpe en la cabeza. 

— ¿Por qué sangre azul? –Preguntó Jaehyun. 

— Porque soy un lobo de sangre azul. Los lobos de manadas antiguas y considerados de la realeza, tienen sangre azul… Por ejemplo, los Jeon, son otra manada con sangre azul. En Corea seríamos los únicos así… ¡oh! Recuerdo algo, la voz parecía femenina. Pero puede ser que escuchara mal por la música. 

Procese esas palabras en mi cabeza, pero tuve que dejarlas aún lado, para centrarme en Jaehyun. Con él me puse un poco más serio. Hablamos de su falta de amigos en el Goya, el mi hermano y sé que no es fácil para él adaptarse, más siento un becado, un friki de los videojuegos y los animes… y homosexual. La gente no lo acepta y me molesta, porque él no merece algo así. Me jode, porque repito de nuevo, es mi hermano y un pesado, pero es una persona de muy buen corazón. 

Él se limitó a encogerse de hombros. Finge que no le importa, pero realmente le duele estar solo, comer solo y la sensación de que ningún compañero quiera sentarse contigo o hacer algún trabajo. 

Él fue el primero en salir del coche, yo bajé después con Izan. 

— Puedo intentar adaptar a Jaehyun. Siento que parte de la culpa de que no lo acepten es mía. 

— En verdad te lo agradecería… no me gusta que esté solo y creo que tú también tendrías que tener cuidado. 

Dejamos la conversación ahí, porque llegábamos tarde a clase. Fue una mañana horrible, no podía sacarme de la cabeza a Rubí y tener que sentarme con Jungkook no fue nada agradable. 

— ¿Y Rubí? No la vi en todo el día. 

— Rubí no se encontraba bien y como bien sabrás, pronto son esos quince días especiales. 

— Aún quedan cuatro días para eso. –Se cruzó de brazos apretando su mandíbula. 

— Ajam. No debería importarte tanto, te recuerdo que ahora mismo te odia. 

— Pero es mi amiga y parte de mi vida. Me importa su estado y que ella falte a clase en época de exámenes es raro. 

— Ya te dije que no se encontraba bien, deja de meter el hocico donde no debes, Jeon. 

Pero eso no pareció frenarlo. Se pasó todas las clases siguiéndome, suerte que la paciencia es mi fuerte y simplemente lo ignoro. Al finalizar las clases, incluida la hora libre que me pase jugando baloncesto con Wonho, Izan, Yugyeom y Jaehyun. Se me olvidó añadir a Jeon, quien siguió como mosca cojonera detrás de mí.