𝙱𝚕𝚘𝚘𝚍 𝙽𝚒𝚐𝚑𝚝 » 𝙼.𝚈𝙶

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Estábamos por fin a viernes, justamente a las dos de la tarde. Pronto se darán por finalizadas al fin las clases. 

Estos últimos dos días, apenas coincidí con Yoongi. El trabajaba mañana y tarde, por lo que llegaba ya de madrugada a casa. 

Mañana sería por fin el baile de graduación y aún no se si mis notas son suficientes para graduarme. Esperaba sentada en el suelo, con la espalda pegada a las taquillas, a que me llamara mi tutor para aclararme si me graduó o no.  

A Taehyung ya se lo he dicho, él se gradúa. Pero yo sigo aquí esperando como estúpida. Y encima sin cobertura. Si tuviera por lo menos me entretendría con el teléfono, pero ni eso puedo. 

Al fondo del pasillo vi a Nadia, la chica llevaba una caja. Decidí esconderme entre las taquillas y así observar mejor. La chica dejó la caja en una de los armarios de la limpieza. ¿Por qué tiene llave de ellos? Ningún alumno debe tener, solo los trabajadores de la limpieza. 

En cuanto se alejó, mi yo curioso me suplicó ver que había en esa caja y porque la escondía. Lástima que al escuchar mi nombre, tuviera que entrar en el despacho de mi tutor. Estuve aproximadamente una hora, escuchando sus quejas en cuanto a mi bajo rendimiento durante el primer trimestre de curso. Algo que sinceramente me importaba una mierda. Mi vida como estudiante terminaba con esta graduación, mi siguiente paso en la vida, era aprender a ser una alfa y todo lo que eso conlleva. 

Le sorprendió que yendo tan mal al inicio de curso, terminará el tercer trimestre con muy buena nota. Todo eso se lo debo a Yoongi, está claro que al inicio iba mal, por todo lo que había pasado con Jaebong y el inicio del acoso por parte de H. 

Lo bueno y principal, es que me graduó y debo ir a buscar un vestido para la graduación. Ya me habían dado la toga y el birrete, lo pague ahora directamente, y me lo dieron sin problema. 

Caminaba a paso rápido hacia mí coche, ya eran pasadas las cinco de la tarde y aún no había comido. Moría de hambre y encima debía ir hacer todos los recados para la fiesta de graduación, comería algo rápido antes de ir a buscar un vestido para mañana. Por lo que se, Yoongi ya fue por su traje, con Izan y Jaehyun. 

Al llegar al coche me quedé confusa, Hoseok estaba apoyado en mi coche, mientras tomaba de una cerveza en lata y se ajustaba sus gafas de sol. 

— ¿Hoseok? 

— hey Rubí ¿todo bien? –bajo sus gafas para mirarme alzando sus cejas. 

— Amh… Bien. Pero… ¿Qué haces aquí? 

— ¡Ah sí! Debo llevarte a un sitio, pero iremos en tu coche. 

— Hoseok tengo demasiadas cosas que hacer, para andar con juegos. –Abrí el coche con intención de entrar, pero me frenó el paso. 

— No es una tontería, Yoongi me obliga a esto, debo llevarte allí, así que no te interpongas. Dentro, conduzco yo. 

Me obligó a subir de copiloto y me tapo los ojos. Esto me inquietó, el trayecto fue algo largo, diría que demasiado. Hoseok no me habló en todo el camino, prácticamente me hacía callar dándome galletas. 

Al llegar alguien me ayudó a bajar del coche, reconocí su perfume y la suavidad de sus manos. Era Yoongi. Agradeció a Hoseok y le pidió que se llevara su moto. 

Me destapó por fin los ojos, lo primero que vi, fue su adorable sonrisa. ¿Qué trama y por qué está tan arreglado?  

— ¿Es un día especial? Porque de ser así, no vengo con el mejor atiendo… –Dije mirando mi uniforme de Goya.