𝙱𝚕𝚘𝚘𝚍 𝙽𝚒𝚐𝚑𝚝 » 𝙼.𝚈𝙶

52

Cuando por fin se durmió, salí de la habitación. Hoseok seguía esperándome en el pasillo, mientras jugaba algo en su teléfono. Reparó en mí, le señalé la puerta blanca con la R de Rubí y ambos entramos. 

La chica aún dormía, me encargué de arropar la bien, cuando vi lo cortos que eran sus pantalones. Soy consciente de lo mirón que es Hoseok. 

— Pon el maletín en su escritorio y empieza con las pruebas. Hazlo rápido, no sé lo que tardará en despertar. –Susurré de forma apresurada. 

— Ya voy, no me metas prisa. 

Me acerqué a Rubí al ver que se movía, no quiero que vea a Hoseok y mucho menos que sepa que le estoy haciendo una prueba de drogas a su hermano. 

— Shhh… duerme Rubí. –susurre. Pero eso detonó que me abrazara y espachurrada entre sus brazos. 

Cuando saca su fuerza de lobo, no hay quien la pare. Hoseok se reía de mí, pero esto realmente es incómodo. Estoy justamente encima de ella, no es una postura de lo más cómoda teniendo al mal pensado de Jung Hoseok. 

—Ya deja de mirar estúpido y haz eso de una vez. 

— Ya voy, ya voy… Esto va a su ritmo, jefe. 

Rodé los ojos, para después centrarme en Rubí. Sonreí como idiota al verla mover su nariz. Me encanta que haga eso. 

— Listo, queda esperar unos minutos a que salgan los resultados. 

 — Gracias por venir… No estoy en una posición cómoda, pero agradezco que me ayudes. 

— Es graciosa la situación, y sabes que no es nada, tu me has ayudado cientos de veces cubriéndome de mi abuela. 

Nos quedamos en silencio de nuevo, hasta que él se levantó de golpe. Le recrimine por ello. 

— ¡Ya están los resultados! 

— ¿Izan tomó algo? 

— La única droga que lleva en su cuerpo es la burundanga. Por eso no recuerda qué le pasó. Y ya sabes quien la vende. 

Kim Namjoon tendría que saber quién le compró recientemente. 

— Gracias por todo, Hoseok… Ya pued– Me espante al ver como Rubí empezaba a despertar. 

Le hice señas con la mano, para que Hoseok saliera corriendo de aquí. Los ojos de Rubí se fueron abriendo poco a poco y tenían intención de mirar que fue el estruendo que creó Jung Hoseok al tropezar y caer al suelo. 

Corte toda distancia entre nuestros labios, intentando que se olvidara del ruido y se centrará en mi. La cosa es que al final ambos continuamos el beso, ya sin motivo, simplemente por gusto y deseo.