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❛⿻۬˖̥ ͭ; Buenas, Noemys ♡⃕ ᨳˎˊ˗

Un fuerte escalofrío recorría todo mi cuerpo, haciéndome despertar. Abrí mis ojos después de bostezar y miré a mi alrededor.

Claramente no era mi habitación, recordé lo sucedido y la vergüenza se apoderó de mis mejillas; quienes ahora estaban completamente rojas.

Estaba completamente sola y tenía una camiseta negra puesta. Supuse que él me la puso. No me molesta, de hecho para nosotros la desnudez es prácticamente algo natural. Desde pequeños debemos hacernos a la idea de que siempre después de una transformación, vamos a aparecer sin prenda alguna.

Me levanté de la cómoda, pero pequeña cama del chico y salí de la habitación sin importarme mucho mi atuendo. Caminé hasta llegar a la cocina abierta a la sala. Desde la cocina se podía ver toda la sala y la entrada del apartamento.

Vi como el chico de tez pálida cocinaba concentrado en la cocina. Se ve tan tierno abultando sus labios mientras prepara lo que deduzco que es ramen. Me acerqué lentamente y con sigilo a él. Pero es un vampiro y sus reflejos son rápidos.

Me miró sin saber qué decir o cómo empezar una conversación. Algo que me pareció tierno.

- Buenos días... en realidad deben de ser ya tardes ¿no? - Él asintió a mi pregunta. Esta bastante tímido, algo que no había visto en él. - Yo quería darte las gracias... gracias por dejar que me quedé y por cuidar de mi, yo lo siento en realidad.

- No te preocupes, todo bien Rubí.

Me sentía agradecida con él, para mí fue un gesto muy lindo. Me tomé la libertad de robarle un abrazo. El se quedó estático ante mi acción, pero tampoco le disgustó ya que sus brazos me rodearon sin ningún problema. Dejé mi mejilla pegada a su pecho, es agradable sentir lo frío que es su cuerpo a comparación de lo cálido que es la temperatura del mio.

Creo que ninguno contaba con que la mujer de piel bronceada y cabello castaño apareciera por el pasillo, interrumpiendo el momento cursi que teníamos.

- Creo que fue mala idea venir antes del trabajo...

Entendía la incomodidad de la situación. Esa mujer se encontró con una escena un tanto abrupta. Literalmente se encontró a una chica que apenas se cubría con una camisa ancha de su hijo.

Ambos nos separamos avergonzados. Él se rascaba la nuca nervioso y yo sinceramente no sabía donde meterme. Pero debía aparentar tranquilidad.

- Yo... iré a la habitación.

Necesitaba salir de ese ambiente tan incómodo. Seguramente esa señora piense cosas que no son, pero que parecen ser. Entré en la habitación del chico, no sabía muy bien que hacer y no tenía ropa. La única prenda que sobrevivió a mi transformación, fueron mis bragas de encaje negras.

Me sobresalte al sentir una corriente de aire en la habitación. Cuando me di la vuelta, tenía delante al chico.

- ¿Tu madre se molestó? - Pregunté con cautela mientras tomaba asiento al filo de su cama.

Negó con la cabeza mientras se rascaba la nuca - Solo me dio un pequeño sermón sobre lo importante que es usar protección... prácticamente se burló de forma divertida de mí, es muy complicado que mi madre se enfadé.

Tomó asiento a mi lado, pero se levantó a los segundos de hacerlo.

- Ropa, debería dejarte ropa. - comentó mientras rebuscaba en su armario que podría déjame. - ahg creo que no tengo nada que pueda servirte de pantalón.

𝙱𝚕𝚘𝚘𝚍 𝙽𝚒𝚐𝚑𝚝 » 𝙼.𝚈𝙶 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora