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Salté y todo de felicidad al salir de los malditos exámenes a las tres de la tarde. Salí de nuevo a los pasillos desiertos del Goya y otra vez no tenía cobertura en el teléfono.

Quería llamar a Yoongi para comentarle como me salieron los exámenes. Pero no pude. Al parecer están teniendo problemas con las antenas y la cobertura en el Goya. Algo realmente extraño. 

Vi a Jaehyun esperándome apoyado en mi coche. Al verme sonrió ampliamente. Los dos entramos en el coche y arranque. 

¿Por qué no hay cobertura en el Goya?

No lo sé, deben estar arreglando algo. –Respondí mientras apartaba el coche junto al cajero, donde iba a sacar dinero para pagar las deudas de Jaehyun, al padre de Yoongi. 

— Es extraño, esta mañana estaba la policía hablando con la directora. 

¿La policía? Eso sí es raro. 

Ambos bajamos del coche, el chico me acompañó al cajero. 

Creo que es por lo de Georgina otra vez. Deben estar todavía investigando lo sucedido. 

Eso me inquietaba. Aún no sabía que tanto estaba implicada en lo sucedido. 

Saque el dinero que necesitaba Jaehyun, no era una cifra super elevada, pero sí algo que a él le costaría meses conseguir. A mi sinceramente no me molestaba, ni me producía ninguna preocupación perder tal cifra, en mi caso era algo insignificante. 

Teniendo ya el dinero, nos dirigimos al club. Jinho fue la primera en saludarnos, hacía tiempo que no nos veíamos. Hablamos por un rato de cómo le iba en el club y los cambios que se iban haciendo poco a poco. Después Hoseok nos guió hasta el despacho del señor Min. Jaehyun se escondió detrás de mí, muerto de miedo. 

Entre en el despacho con la cabeza bien alta, con este tipo de gente había que dejar claro que no eres débil y que no puede contigo. El hombre levantó la vista hacia nosotros dos, sonriendo. 

Eso me molesta, porque quiero que tenga claro que no puede tener a los Min a su antojo. Le tiré la bolsa con el dinero encima de todos los papeles que tenía. 

Hay tienes la mierda que querías. Ahora déjalos en paz, Jaehyun no te debe nada. 

Al hombre más que molestarle, le hizo gracia mi actitud. 

Yoongi no es capaz de venir, pero si de enviar a su perrito faldero. 

No soy un perrito faldero. Soy una alfa y como tal, le pido respeto hacia mi manada… Si no quiere empezar una guerra que sabe que perderá. 

Chica con carácter, veo que el gen Min no se equivoca. Por alguna extraña razón, siempre nos atraen cabezotas y con carácter. 

El hombre se cruzó de brazos, sin quitar su estúpida sonrisa arrogante. 

Exactamente. Si no quiere vérselas conmigo, deje en paz a Yoongi, Jaehyun y a la señora Ahn. Ellos son de mi manada y no dudaré en volver aquí a defenderlos. 

El hombre cambió a un semblante más serio. Apoyó sus codos sobre su escritorio dejando su barbilla apoyada en sus manos. 

Está bien, no les molestaré más, con una condición, señorita Wolf. 

¿Cuál condición? –pregunté cruzándome de brazos. 

Jaehyun seguía detrás de mí escondido. Lo entendía, el señor Min imponía y para qué negarlo, asustaba. 

𝙱𝚕𝚘𝚘𝚍 𝙽𝚒𝚐𝚑𝚝 » 𝙼.𝚈𝙶 Where stories live. Discover now