958-La conozco

361 49 4
                                    

Di Beichen asintió levemente. Si Hongzhuang decía que era efectivo, entonces, naturalmente, lo era.

Ha escuchado antes sobre esta hierba del dragón de nieve, pero no esperaba que estuviese con ese tal Xie Honglang.

Rememorando el suceso, Di Beichen no pudo evitar reírse un poco. La personalidad de su dama de arrancarle el pelo al ganso le estaba generando grandes beneficios.

"Señora, ¿Tienes más del elixir?"

Preguntó Di Beichen en voz alta.

Baili Hongzhuang sacó otro frasco del mismo estilo que el anterior y lo agitó en el aire.

"Este tipo de elixir es caro, y como tenía dos de esas hierbas hice otro". Se encogió de hombros.

Baili Hongzhuang se encontraba de muy buen humor. Pensando que no es malo hacer más de este elixir por el bien de sus bolsillos.

Al ver esto, la sonrisa d Di Beichen creció.

"Mi dama es realmente increíble".

"Eso es natural".

Baili Hongzhuang levantó las cejas y sonrió.

"Beichen, hay una subasta en la Ciudad Yuanwu mañana, ¿qué tal si vamos a echar un vistazo juntos?"

Ella le entregó el folleto. Originalmente planeaba quedarse solo dos días y luego marcharse, pero si iban, se quedarían un día más.

"Bien".

Di Beichen aceptó sin dudarlo. Nunca rechazaría una solicitud de su esposa.

Y es que, con su naturaleza, sino es porque hay algo interesante e importante en la subasta, no pensaría en quedarse más tiempo en la ciudad.

Di Beichen empezó a hojear los objetos con atención.

Después de verlo, se dio cuenta de que, si bien las cosas eran de gran valor, dado los conocimientos de Hongzhuang, no habría nada que necesitara.

Al ver la profunda reflexión en sus ojos, Baili Hongzhuang aumentó su curiosidad.

"No puedes adivinarlo, ¿verdad?"

Sus labios reflejaron una sonrisa astuta. Di Beichen normalmente estaba seguro de lo que su dama hacía, sin embargo, esta vez, no se hallaba seguro.

Justo cuando iba a explicarse, él se detuvo en la imagen del pergamino.

"Lo que te interesa es...esto".

Su voz baja y seductora; llena de confianza y seguridad, daba indicios de que ya había adivinado la respuesta.

Baili Hongzhuang se congeló por un momento.

"¿Cómo lo has sabido?"

Lógicamente hablando, debería ser difícil de adivinar.

Al comprobar con su afirmación, los labios de Di Beichen se ensancharon y sus ojos se profundizaron.

"Te conozco".

Dado que no hay escasez de materiales medicinales, sabe que eso no es lo que su dama está buscando.

Sería algo que uno no pensaría regularmente así que, al examinar cuidadosamente todos los artículos, Di Beichen lo supo.

Aparte del pergamino, no había nada más.

***

Di Beichen: Yo te conozco.

;)

¿A quién le recuerda esta icónica frase?

jiji

E.P.H.M.A.E.D.G.C.S.E. 774-1000Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu