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- ¿Crees que es momento de que nos casemos?- Eilidh se levantó rápidamente del pecho de Theon.

- ¿Por qué dices eso?- preguntó incrédula.- Aun somos jóvenes para casarnos.

- Tengo diecinueve y tú diecisiete, muchos se casan a nuestra edad o incluso antes.- explicó.- Cuando una mujer sangra por primera vez, ya está más que lista para casarse, y que yo sepa, tú sangraste a los trece.

- La mitad de mi familia acaba de irse al sur.- Eilidh se incorporó.- No voy a casarme ahora, ni en un tiempo.

- ¿No te gustaría que estemos los dos juntos?- Theon la abrazo por la espalda dejando varios besos por su cuello.

- Tu lo que quieres es que nos casemos para follar.- rio la chica apartándose de él.- ¿No es así?

- No es por eso.- la chica alzó una ceja sin creer ni una sola palabra.- Aunque me gustaría, podemos hacer eso sin casarnos.

- Te he dicho miles de veces que no.- negó con la cabeza.- No quiero engendrar un bastardo. De todas formas, tu padre nunca permitiría que te cases conmigo. Lady Stark tampoco lo permitiría, cuanto antes asumamos que esto nunca va a llegar a más será mejor para nosotros.- Eilidh dijo aquello con el corazón en un puño, amaba a Theon y le encantaría poder casarse con él, pero ella era una bastarda sin nombre, nunca permitirían que esa unión sucediera.

- No necesito el permiso de mi padre ni de Lady Stark, ni de nadie.- dijo Theon tratando de restarle importancia, pero Eilidh sabía lo mucho que le importaba la opinión y el reconocimiento de su progenitor, a pesar de que llevaba años sin verle.

- Una Nieve no es digna de estar con un Greyjoy o cualquiera con un apellido importante.- Eilidh volvió a recostarse sobre el pecho de su amante.

- No me importan esas mierdas cuando se trata de ti, lo sabes de sobra.- murmuró Theon mientras dejaba suaves caricias en los hombros de la chica.- Si tú me lo pudieses, dejaría mi maldito apellido de lado, solo por estar conmigo.

- Jamás te pediría algo así, no sería justo.

Aullidos de lobo comenzaron a escucharse sin cesar, Eilidh se levantó de la cama y se asomó a la ventana buscando que es lo que sucedía.

- Fuego.- pronunció sin despegar la vista de la ventana. Instantes después campanas de alerta comenzaron a escucharse.

Theon se colocó la camisa a máxima velocidad y salió corriendo a ayudar. Eilidh fue detrás suya pero a mitad de camino se encontró al pequeño Rickon llorando.

- Ven conmigo.- el niño le hizo caso y fue hacia sus brazos.

Eilidh lo cargó y lo llevó hasta su habitación, se tumbó a su lado y se quedó toda la noche junto a él, abrazándolo. Rickon era demasiado pequeño como para entender nada de lo que estaba pasando, su madre apenas estaba presente y ahora solo estaban ella y Robb.

Arya era la favorita de Jon, pero Rickon siempre sería el suyo.

A la mañana siguiente Robb le informó, a pesar de las peticiones de su madre de que no lo hiciera, que el incendio había sido provocado. Alguien lo había usado como distracción para colarse en la habitación de Bran para tratar de asesinarlo, por suerte el lobo del niño llegó antes de que pudiese suceder nada.

Aquello dejó a Eilidh pensativa, primero Bran se caía sospechosamente y luego trataban de matarlo.
Aquella mañana subió a la torre desde la que Bran había caído. Observó el lugar con minuciosidad hasta que vio algo brillante en el suelo, un cabello como un hilo dorado.

Salió corriendo en busca de Rob, pero a mitad de camino sintió que a la primera persona que debía contárselo es a Catelyn, por mucho que la mujer la odiase.
Fue directa a la habitación de Bran, desde el accidente, ella siempre estaba allí. Dio dos toques en la puerta antes de abrirla.

- Vete de aquí.- ordenó Catelyn nada más verla.- No tienes ningún derecho de estar aquí.

- He descubierto algo importante, Lady Stark.- dijo Eilidh dando un paso al interior de la habitación.

- He dicho que te vayas.- volvió a decir sería.

- Por favor, escúcheme.- suplicó.- Tengo sospechas sobre quién le ha podido hacer esto a Bran.

En cuando mencionó aquello la cara de la pelirroja cambió de inmediato. Eilidh extendió el cabello rubio y largo que había encontrado en la torre.

- Estaba en la torre desde la que cayó Bran, solo le puede pertenecer a alguien.- explico.

- Cercei Lannister.- dijo la mujer entre dientes.- Sígueme.

Lady Stark y Eilidh se reunieron con las únicas personas de máxima confianza en el bosque de los antiguos dioses.

- Lo que voy a contaros debe quedar entre nosotros.- advirtió Catelyn.- No creo que Bran se cayera de la torre, creo que lo arrojaron.

- El chico siempre había tenido pie firme.- señaló el maestre Luwin.

- Han intentado matarlo dos veces, ¿por qué asesinar a un niño inocente?- preguntó Catelyn.- A no ser que viese algo que no debía haber visto.

- ¿Ver qué, mi señora?- preguntó Theon.

- No lo sé, apostaría mi vida a que los Lannister están implicados, ya tenemos razones para sospechar de su lealtad a la corona.

- ¿Visteis el puñal que usó el asesino?- preguntó ser Rodrik.- Es una arma muy buena para un hombre así, la hija es de acero valyrio y el puño de hueso dragón. Alguien debió dárselo.- concluyó.

- Vienen a nuestra casa, ¿y tratan de matar a mi hermano?- dijo Rob con enfado.- Si es guerra lo que quieren...

- Si llegamos a eso, sabes que te respaldaré.- le siguió Theon.

- ¿Queréis una guerra en el bosque de dioses?- preguntó el mestre Luwin.- Las palabras de guerra se convierten fácilmente en actos de guerra, aún no sabemos la verdad.

- Padre.- Eilidh notó la mirada de Catelyn sobre ella.- Lord Stark,- se corrigió a su misma.- debería saberlo. Antes de tomar cualquier decisión que nos pueda llevar a una guerra.

- No confió en un cuervo para llevar esa noticia.- negó Lady Stark.

- Iré a desembarco del rey.- propuso Rob.

- No, siempre ha de haber un Stark en Invernalia.- se negó su madre.- Iré yo misma, debo ir.

- Mandaré que preparen una partida para escoltaros.

- Un grupo grande atraerá atención, no quiero que los Lannister sepan que voy.- dijo Catelyn.

- Dejadme acompañaron al menos.- pidió ser Rodrik.- El camino real puede ser peligroso para una mujer sola.- Catelyn asintió.

- ¿Qué pasa con Bran?- preguntó Rob.

- Yo me mantendré a su lado.- dijo Eilidh con miedo de la reacción de Lady Stark.- Estaré ahí hasta que Lady Stark vuelva.

A pesar de lo que la castaña creía, Catelyn no puso ninguna pega. Por mucho que le doliera, sabía que Eilidh protegería a Bran con su vida si era necesario, era su hermano después de todo.

Nieve en verano (GoT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora