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Se adentraron en lo que había sido Desembarco del Rey, ahora no quedaban más que cenizas y escombros.

Un leve reflejo entre los escombros llamo la atención de Eilidh, se acercó hasta él, para descubrir que se trataba de su daga. Quitó los escombros que había a su alrededor encontrando el cuerpo de la pequeña Dafne, aún aferrada a la daga. Con delicadeza se la quitó de las manos y volvió a colocarla en su cinturón.

La fortaleza roja, que había conseguido mantenerse en pie tras todas las guerras ahora no eran más que unas ruinas.

Daenerys llegó a lomos de su dragón a lo alto de esta, mostrándose ante sus huestes, los inmaculados en una perfecta formación y silencio, y los dithraki celebrando a gritos la victoria de su reina.

- ¡Sangre de mi sangre!- exclamó Daenerys.- ¡Cumplisteis las promesas que me hicisteis, matasteis a mis enemigos con sus trajes de hierro!- Eilidh frunció el ceño, no entendía nada de lo que la Targaryen decía porque no estaba hablando en su idioma.- Derribasteis sus casas de piedra. ¡Me habéis entregado los Siete Reinos!

- ¿Y ahora qué?- le susurró Eilidh a Jon mientras Daenerys le hablaba en un idioma incomprendible para ella a Gusano Gris.- ¿Hincamos rodilla ante ella como si nada?

- No lo sé.- murmuró Jon cabizbajo.- No se qué hacer.

- Déjamelo a mi.- susurró Eilidh tomándolo de la mano y volviendo su mirada hacia la nueva reina de los Siete Reinos.

Tyrion avanzó hacia la platinada postrándose a su lado, tuvieron una pequeña conversación qeu desde su posición los dos hermanos no pudieron escuchar, pero acabó con el Lannister quitándose el broche de la mano.

Daenerys dio la orden de que se lo llevasen, y sus fieles súbditos así lo hicieron. Yéndose escoltado, Tyrion lanzó una última mirada a los dos hermanos.

- ¿Qué haces aquí?- preguntó Eilidh alarmada al ver a Arya toda ensangrentada a su lado.

- Vine a matar a Cersei, pero la reina de Jon llegó antes.- respondió.

- Es la reina de todos ahora.- dijo Jon con pesar.

- Eso díselo a Sansa.- murmuró Arya observando a la Targaryen alejarse.

- Has tomado demasiadas malas decisiones cegado por el amor y tú inocencia.- le dijo Eilidh a Jon.- Déjame esta vez a mi.

- Sabe quien eres.- Arya la detuvo.- Eres una amenaza para ella, no dudará en acabar contigo. Se reconocer a una asesina.

- Pero es ingenua y demasiado segura de sí misma.- replicó Eilidh.- Cometerá todos los errores que tengo planeados que cometa. Estoy dispuesta a asumir lo que sea que me pase, pero entended que no puedo quedarme a ver como una asesina sube al trono.

- Te matará.- dijo Jon.

- Lo intentará, pero espero que no lo consiga.

Temblando por dentro, Eilidh se encaminó a la sala del trono. Daenerys estaba de espaldas a ella observando el asiento por el que tanto había luchado.

- Cuando era niña, mi hermano me dijo que fue forjado por Aegon con miles de espadas de sus enemigos caídos.- dijo Daenerys sabiendo que había alguien tras ella, se giró esperando encontrarse a Jon pero para su sorpresa, era Eilidh la que estaba ante ella.- Que son mil espadas en la mente de una niña que solo sabe contar hasta veinte, me imaginaba una montaña de espadas muy alta que había que escalar, tantos enemigos caídos que ni veías las plantas de los pies de Aegon.

- ¿Le sumarás las cabezas de los hombres, mujeres y niños que has masacrado?- cuestionó Eilidh.

- Traté de firmar la paz con Cersei.- respondió seria.- Y uso a sus inocentes como arma contra mi, pensó que así me detendría.

- Se suponía que vos seríais mejor que Cersei.- masculló Eilidh.- Pero decidiste ponerte a su altura. Vienes con un ejército extranjero y masacras una ciudad, ¿crees que te aceptarán como su reina?

- Tendrán que hacerlo, no tienen elección.

- Si la tienen.- gruñó Eilidh.- Yo, Rhaenyra Targaryen hija de Rhaegar Targaryen, reclamó el trono de reina, como su legítima heredera.

- No te atreverás.

- Por supuesto que lo haré.- Dragón voló hasta quedarse al lado de su madre.- Todo el que murió en la guerra contra el rey de la Noche lo hizo en vano, ser Jorah y Theon dieron su vida por toda la gente que vos hoy habéis matado sin compasión alguna, la misma gente a la que habíais venido a gobernar. Ned Stark luchó contra vuestro desquiciado padre y yo lo haré contra vos, porque no pienso permitir que os sentéis en ese trono después de lo que habéis hecho.

- Tendré que mataros entonces.- sonrió Daenerys mirando a su dragón.- ¿Unas últimas palabras?

- Decidle a Jon como me habéis matado.

Con la mirada fija en Eilidh, Daenerys apretó los dientes antes de proclamar su sentencia de muerte.

- Dracarys.- Drogón obediente lanzó una llamarada hacia dirección de la rubia.

Eilidh sintió como el fuego la envolvía y su piel se tornaba caliente, su cabello al igual que su ropa se desintegro por completo, a excepción de su daga de acero valyrio.

Cuando las llamas de Drogón cesaron, Daenerys miró sorprendida a la muchacha aún en pie.

- ¿C-cómo es posible?- murmuró con los ojos bien abiertos mientras retrocedía.

- Supongo que es cosa de la sangre que compartimos.- Eilidh agarró con fuerza la daga.- ¿Unas últimas palabras?

Daenerys abrió la boca para contestar, pero Eilidh ni si quiera le dio tiempo, en un limpio movimiento le había atravesado el cuello. Dejó caer sin cuidado alguno el cuerpo de Daenrys al suelo y dejó que Drogón se lo llevase.

- Eilidh...

Jon estaba parado a sus espaldas, había visto y escuchado la pelea entre ambas mujeres. A paso rápido se acercó hasta ella cubriéndola con una fina capa.

- Era necesario.

- Lo sé.- Jon la abrazó contra él.- Nadie tiene porque saber que has sido tú, ¿entendido?

- ¿Quién diremos que ha sido si no?- preguntó.- No tengo miedo de afrontar mi destino por lo que he hecho, no me arrepiento de haberlo hecho.

- A Poniente le vas a hacer falta, a mi poco me queda que hacer aquí.- dijo Jon.- Me enviarán a la guardia de la noche o me desterrarán con los salvajes. Sea lo que sea, lo prefiero a quedarme aquí.

Jon tomó la daga entre sus manos y la guardó en su cinturón. Tomó el rostro de su hermana entre sus brazos y dejó un beso sobre su frente.

- He cometido muchos errores por no escucharte.- peino algunos cabellos rebeldes tras sus orejas.- Déjame cargar con las consecuencias.

Nieve en verano (GoT)Where stories live. Discover now